Cuando se le pregunta a Marina de Tavira si en algún momento se dará permiso de no hacer obras tan intensas, se ríe y acepta que ella misma se ha metido en esa dinámica, de pasar de un drama a otro; tan sólo el año pasado presentó Consentimiento y Un tranvía llamado deseo, dos historias que profundizan en la naturaleza humana y sus claroscuros.
Pero esta situación al parecer no cambiará a corto plazo porque ya tiene en puerta el estreno de una tragedia, La niña en el altar.
“Hacer un cambio estaría lindo, la comedia en un género mayor y es interesante, pero tengo la necesidad de hablar de muchas cosas, es que siento que no puedo estar nada más observando el horror y no hacer nada, mi trabajo es hacer algo desde mi trinchera”, comentó Marina de Tavira.
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Es por eso que el 30 de enero subirá al escenario del Teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque, acompañada de Alberto Estrella, Emma Dib, Everardo Arzate, Yessica Borroto y Salvador Sánchez, para presentar La niña en el altar, que dirige Enrique Singer.
Esta obra cuenta la historia de Clitemnestra, que ve cómo su esposo Agamenón sacrifica a la hija de ambos para pedir a los dioses que el viento le permita a su ejército salir al mar. A su victorioso regreso 10 años después, trae consigo a su nueva mujer Casandra y Clitemnestra es desterrada al harén, aún así ella logra su venganza.
Marina explicó que si bien esta historia esta basada en dos tragedias griegas, en Agamenón de Esquilo e Ifigenia de Eurípides, la escritora irlandesa Marina Carr logró una reinterpretación con esta puesta en escena, que al fin pone ante el espectador la mirada femenina sobre estos terribles hechos.
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“Ella es una especialista en la Grecia clásica y nos trae las mismas historias, pero desde la perspectiva de una mujer, eso hace toda la diferencia, porque este drama nos fue entregado a través de una voz masculina, por ejemplo, con el personaje de Clitemnestra, Esquilo nos muestra a una mujer vengativa, que confabula detenidamente el asesinato de su esposo por una necesidad de poder; pero Marina Carr lo que hace es presentarnos a una madre que no puede sobrevivir a la muerte de su hija, considero que la humaniza más”, señala la actriz nominada al Oscar.
Pero más allá de esto, para Marina lo más importante es que pone sobre la mesa cómo se ha perpetuado una estructura de violencia hacia la mujer y las infancias, gracias al sistema patriarcal que sigue rigiendo a la sociedad.
“Los niños desde muy temprana edad, como era en la Micenas antigua que se entrenaban para la guerra desde los 10 años; tanto en México como en muchos países ya están siendo preparados para lo mismo, ya están entrando a un destino que no les da otra opción que la violencia”, apunta.
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El destino de las niñas no es muy diferente, según reflexiona de Tavira, ya que son usadas como carne de placer para hombres, que irónicamente, también son entregados a la violencia, es decir, es un sistema que llena de horror a todos debido a ese impulso que sigue moviendo al hombre desde hace siglos, que es el del poder y la riqueza material.
“Esto va más allá del machismo, es un sistema que oprime tanto a hombres como a mujeres”.
La actriz compartió también que fue desmenuzando poco a poco los temas de La niña en el altar, desde las primeras sesiones de lectura, en las que se dio cuenta del gran texto que tenía en sus manos.
“Cuando lo leí por primera vez me pareció hermoso, es muy narrativo ya que viene de la tradición oral de la que nació la Ilíada, además los personajes hablan mucho a los espectadores, ellos y nosotros nos vemos a los ojos, vivimos la historia al narrarla, el lenguaje es bello aunque está narrando el horror; así que mientras la íbamos analizando nos dimos cuenta de su actualidad y su poder, de que realmente nos estaba hablando hoy”.