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México estaba de luto, su querido Charro Cantor, Jorge Negrete , había muerto lejos de la tierra que lo vio nacer, sus restos estaban en Los Ángeles, donde pasó sus últimas semanas; cinco días antes había cumplido 42 años, disfrutaba de la fama, el éxito y estaba recién casado con María Félix , pero no le quedaba mucho tiempo de vida porque padecía una cirrosis hepática del tipo de Laennec, que consiste en una degeneración del hígado con atrofia de células hepáticas.
El 23 de noviembre había librado la muerte por una hemorragia que sufrió tras asistir a una pelea de box, en ese momento se pensó que todo había quedado en un susto, pero en realidad comenzó la cuenta regresiva; su esposa, la actriz María Félix estaba en París en plenos ensayos de la película “La bella Otero” cuando fue notificada del grave estado de salud de su marido, por lo que viajó a Estados Unidos para estar a su lado.
Y así fue, cuando Félix llegó al hospital Cedros del Líbano, donde años después estaría Marilyn Monroe, Jorge aún estaba despierto y consciente, María lo acompañó el tiempo previo a su muerte el 5 de diciembre de 1953 y viajó con sus restos a México, donde lo esperaban 5 mil personas en el Aeropuerto de la Ciudad de México.
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El ataúd con los restos de Jorge Negrete llega a México. Fototeca EL UNIVERSAL/Archivo Carlos Denegri.
La foto de María Félix, la viuda
Aunque la boda entre Jorge Negrete y María Félix fue para algunos algo increíble, la pareja presumió su amor con una llamativa boda mexicana que se transmitió en la radio y en la que asistieron varias personalidades del espectáculo y el arte como Frida Kahlo y Diego Rivera.
La relación amorosa entre María y Jorge se dio luego de que el galán de la Época de Oro mantuviera una relación durante 11 años con la actriz Gloria Marín , y aunque se dijo que el matrimonio entre Félix y Negrete se había dado por “venganza”, porque Marín se había casado con Abel Salazar, los medios de la época anunciaron con bombo y platillo el nuevo matrimonio entre dos de las figuras del cine de oro.
Apenas tenían 14 meses de casados cuando Negrete enfermó y ya no pudo levantarse, los medios reportaban su condición como "muy crítica", fue empeorando desde el 22 de noviembre, tuvo varias transfusiones de sangre y estuvo en estado de coma; a principios del año estuvo casi tres meses en el hospital en la ciudad de México, donde no murió pero sí regresó para ser sepultado.
En EL UNIVERSAL se publicó una peculiar fotografía en la que aparece una mutitud que espera el cuerpo de Jorge Negrete, entre la gente, destaca la figura de una mujer con lentes oscuros y una pañoleta en el cabello y un semblante triste, se trata de María Félix, quien aparece en medio del tumulto que esperaba con ansias la llegada del cantante mexicano.
Cuando llegó a México, María Félix expresó su dolor: "¡Nunca pensé regresar a México así, con esta pena tan honda que me está matando!".
Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Era lunes 7 de diciembre cuando el cuerpo de Jorge Negrete aterrizó en el aeropuerto de la capital, después del retraso en el traslado, del cambio de avión y de conseguir los permisos necesarios; al menos medio millón de personas se dieron cita en el adiós de Negrete, cinco mil automóviles llegaron a las inmediaciones del aeropuerto para ser parte de una de las despedidas más concurridas a una figura del entretenimiento mexicano.
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María Félix aparece en la parte superior izquierda acompañada de su hijo Enrique; la actriz camina entre la multitud que se dio cita en el aeropuerto capitalino para despedir a Jorge Negrete. Fototeca EL UNIVERSAL/Archivo Carlos Denegri.
Del aeropuerto, los restos de Negrete fueron llevados al edifico de la ANDA acompañado de la multitud; ya en las instalaciones de la Asociación Nacional de Actores, el féretro se abrió al público e inició un desfile interminable de gente que lo único que deseaba era ver por última vez al Charro Mexicano. María Félix acercó su mano por el cristal de la caja y le dijo unas palabras de despedida a su esposo: "Amor, ¡yo te quiero y no te olvidaré nunca!’".
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