A Manolo Caro también le dijeron que los hombres no deben llorar, pero él no se lo creyó. Para el director mexicano, romper con el estereotipo masculino de un hombre fuerte, gallardo y aguerrido que siempre se enseña en México, es prioridad.

Con algunos de sus personajes, acepta, ha buscado hablar de otro tipo de hombres: Julián de la Mora en la serie "La casa de las flores", un joven que duda de su sexualidad; y Lucas, un diseñador que oculta su homosexualidad en la película "No sé si cortarme las venas... o dejármelas largas", son algunos de ellos.

“Hemos crecido con una presión social donde a los hombres no se le permite ser vulnerables, expresarse, todo se lo tienen que callar y pelear con sus propios sentimientos y se convierte en una masculinidad tóxica que termina en violentar a las mujeres, a las nuevas generaciones y perpetua esos problemas en los hijos. Creo firmemente que eso hay que atacarlo”, dice Manolo en entrevista con EL UNIVERSAL.

Inspirado por cineastas como Pedro Almódovar, Woody Allen y Taika Waititi y motivado por el deseo de romper con estereotipos machistas, creó a su nuevo personaje: Maxi, un “pescador frágil” y lleno amor.

Interpretado por Sebastián Yatra , el joven protagonista de la serie "Érase una vez... pero ya no" busca romper el hechizo de un pueblo junto a una princesa poco convencional que habla abiertamente de su sexualidad.

“Me encanta pensar que en México cada vez estamos más abiertos a escuchar temas que mucho tiempo fueron censurados y callados, y ahora tener una protagonista que es una princesa que se masturba libremente creo que demuestra que hemos ganado muchos pasos”, considera.

La serie musical, que estrena hoy en Netflix, también tiene en su elenco a intérpretes como Nia Correia, Mónica Maranillo y Mariana Treviño.

“Sentía la necesidad de reírme un poco de lo que nos han hecho creer desde pequeños, a las mujeres, que tienen que encontrar al príncipe azul y a los hombres a pelear contra el mal”.

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