guarda en su memoria la imagen de un sin reflectores, detrás del escenario, en familia.

El productor musical acompañó a " " en sus conciertos por Latinoamérica en la década de los 90 y su padre, Alex McCluskey , fue el mánager personal del cantante por nueve años, junto a Hugo López. Hoy, a pesar de haber trabajado con grandes cantantes como y , Martín McCluskey recuerda esta experiencia como la que le enseñó de profesionalismo, por las exigencias que requería, como la puntualidad y tener todo bajo control en cada show.

“Cuando Micky no estaba arriba de un escenario era una persona muy agradable, podía estar enojado por las demoras de los aviones o por los mismos enojos que puede tener cualquiera; Luis Miguel no es un extraterrestre, sufre, vive y se divierte como cualquiera, es un tipo súper normal. Todo lo referido a sus molestias artísticas tenían que ver con cosas que sucedían previo a un show y que no salían a la perfección, pero con mucho trabajo se lograba”, recuerda McCluskey en entrevista.

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La relación profesional entre el intérprete de “La incondicional” y la familia McCluskey terminó a finales de 1995, según relata el libro “Oro de rey, Luis Miguel, la biografía”, escrito por Javier León Herrera y Juan Manuel Navarro; el argentino renunció a su posición luego de una acusación financiera en su contra que los llevó a la corte. A pesar de ello, Martín McCluskey no guarda rencor.

“No tiene sentido salir a hablar de cosas de los últimos dos meses, que fueron feos, yo me quedo con lo que conocí de él y el tremendo artista que es; si tuviera que recordar cosas feas que pasé con él sí son de lo último, el juicio de por medio que mi padre ganó en México, donde hubo montones de cosas que Luis Miguel perdió para subsanar el vínculo que había entre ellos, pero yo prefiero quedarme con lo más lindo de él, que es el arte, su voz y ese caballero que resultó y que yo supe querer y que en la familia lo amábamos como persona, no como artista”.

Entre las anécdotas que Martín recuerda de compartir junto al cantante están las veces que disfrutaron documentales de otros artistas que Luis Miguel admiraba, como y , pero reconoce que poco a poco, conforme su fama avanzó fue cada vez más difícil disfrutar de actividades comunes juntos, como ir al cine o jugar futbol.

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“Era un tipo sumamente agradable que en los momentos de la plática y de diversión de los shows y en las cosas privadas era muy agradable. Cuando él vivía en Acapulco nos invitaba a platicar de su trabajo, terminaba esa platica y después venía el momento de compartir cenas y comidas”, contó.

“Lo que cuenta es tan cierto y de verdad es como lo cuenta, que ‘Hasta que me olvides’ fue hecha en una escalera entre Luis Miguel y Juan Luis Guerra y ‘El Burro’ estaba ahí sentado con ellos”, aclara.

Hay incongruencias en "Luis Miguel, la serie"

Sobre cómo plasman a su padre en la bioserie, el productor argentino señala que no corresponde a la realidad y le entristece, pues algunos de los personajes no sólo tienen características de personalidad distintas, sino también físicas. Como es el caso de su padre.

Cuando terminaron de grabar la primera temporada, los creativos de Netflix se acercaron a él para hablar acerca de su relación con el cantante, pero asegura que hay muchas incongruencias.

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“Mi padre fue un pilar fundamental en la carrera artística de Luis Miguel, fueron nueve años que se dedicó a estar mañana, tarde y noche con él y lo muestran de una manera totalmente chabacana. Mi padre era un señor, jamás en la vida utilizaba groserías, aquí se muestra hasta prepotente, lo ponen insultando en típicas malas palabras argentinas, la palabra ‘boludo’ para nosotros es muy fuerte y a mi papá en la serie permanente se la ponen a decir, luego lo ponen fumando cuando mi papá era un defensor de la salud, jamás en la vida tocó un cigarrillo, mi papá era pelón y acá lo ponen con pelo. Lo único que es parecido a mi papá es que el nombre y apellido es correcto”.

fjb