Haber cerrado sus puertas por 17 meses debido a la pandemia provocó que la Arena Ciudad de México, que acaba de celebrar su décimo aniversario, buscara la manera de sobrevivir para poder pagar la nómina de todo su personal.
“Una de las salidas fue el streaming, de la mano de Triplemanía, hasta hicimos luchas; tratamos de hacer autocinema en el jardín, conciertos con autos, a todo le hicimos con tal de seguir pagando las nóminas de la gente que colabora con nosotros”, comenta Angélica Oropeza, directora de la Arena Ciudad de México a EL UNIVERSAL.
Después de una racha continúa de más de mil 300 eventos realizados y más de 16 millones de visitantes, en el recinto, con capacidad de 23 mil asistentes, la cancelación de todos los eventos presenciales les pegó con creces, periodo que describe la directora como “trágico”.
“Fueron 17 meses de pérdidas millonarias, entonces todo ese sentimiento de incertidumbre, de zozobra, se compensó cuando vimos a entrar al público a la Arena de nuevo, queríamos llorar, hincarnos, ¡todo!”.
Comenta que debido a la contingencia sanitaria, en el lugar, que se inauguró el 25 de febrero del 2012 con un concierto de Luis Miguel, tuvieron que liquidar al 10% debido a la falta de ingresos, pero también les hizo valorar más lo que significa hacer un evento presencial.
Además en este tiempo de encierro trataron de ultimar detalles y distintas necesidades del público: “Nos puso a checar cada uno de los detalles que nos iban pidiendo”, explica.
Oropeza señala que, durante su camino, han sido apoyados por la alcaldía Azcapotzalco de la Ciudad de México, que han hecho mucho más seguros los alrededores del recinto.