Jóvenes de ropa oscura o a rayas, pantalones ajustados, tenis bajos, estoperoles y el cabello cubriendo parte de la cara con mechones rosas o morados. Sus emociones eran confusas, la música que escuchaban lo reflejaba: confesional, emocional, de tiempos cambiantes, guitarras estridentes y voces que explotaban.
La música de los 2000 ha regresado 20 años después: My Chemical Romance —banda estandarte del movimiento emo de tercera generación— tiene presentaciones para este 2022 como la del festival When we were young, que tendrá tres fechas en Las Vegas y reunirá a otros contemporáneos como Avril Lavigne, Paramore y AFI.
Papa Roach, nacida en los 90 pero cuyo éxito ascendió en la década del 2000, no sólo ha visitado recientemente países como México (junto a Simple Plan), sino que este viernes lanzó nuevo álbum.
También lee: Evaluna y Camilo comparten emotivos momentos del nacimiento de su hija Índigo
Para algunos críticos, este regreso pondrá a prueba a los géneros que acompañaron a la cultura emo, toda vez que quienes consumieron estos ritmos en su juventud, hoy pueden costear una entrada para verlos. Algo que no parece sencillo, pese al éxito que les precedió.
“Estas letras siguen siendo vigentes porque la depresión y las tendencias suicidas han acompañado al ser humano desde que pisó por primera vez este planeta: es algo constante, primero se reflejó en la literatura, luego en la pintura y después en la música grabada”, comenta el crítico, Pepe Campa.
Tuvieron que pasar dos décadas para que estas bandas, que se consideran como una competencia entre sí, se hermanaran por la necesidad de llenar recintos y seguir sobreviviendo en una era en donde pareciera que sus ritmos ya no tienen cabida debido a la música urbana, y esto porque de acuerdo a Campa, no echaron raíces y sólo fueron bandas de moda y comerciales.
“Me tocó conocer ese movimiento como a una moda y un movimiento muy fuerte que fue pegando, con bandas y artistas como AFI, My Chemical Romance, Avril Lavigne y otros más que se sumaron y fue un movimiento que quiso ser una gran ola, pero no lo lograron porque a muchas de esas bandas les faltaba solidez. No puedo comparar a My Chemical Romance con un Pearl Jam o un Soundgarden, sólo se plasmó la búsqueda de pertenencia en una nueva generación, que tuvo un éxito y una repercusión comercial, pero que musicalmente no siguió, llegaron otros grupos que fácilmente los hicieron a un lado” enfatiza.
También lee: El productor Toño Berumen suma 10 denuncias por acoso, abuso y violación
Muestra de nostalgia
El 2000 fue el inicio de una nueva era que marcó a una generación, reflexiona Toño Esquinca. La forma de consumir música era distinta, todavía se tenían que comprar sus discos, pero con el crecimiento del Internet ya se podían usar servicios de distribución de música como Napster.
“Estamos hablando de una generación muy peculiar y hasta ahorita estamos viviendo el cambio generacional en la música; ahora los millennials son papás, cuando tenían 15 años empezaron a consumir a todos estos grupos que los marcaron. Para ver a los artistas era necesario ir a un concierto y los entonces adolescentes no podían pagarlo o no tenían el permiso de los padres para ir.
“La música de estas bandas implica recuerdos; la nostalgia y las emociones no caducan, las guardamos y están conectadas con nuestra memoria emocional, con los olores, lugares, ropa, objetos... por eso este tipo de reencuentros de grupos a veces tienen éxito. Ya son adultos y es reencontrarse con este pasado, reconciliarse con él”, dice la sicóloga Blanca Gil.