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“Liberarme era un compromiso que tenía conmigo, no lo pedí, así nací, me di cuenta de que era una mujer transexual y que eso no lo cambia nada”, expresa Libertad Palomo, la actriz de 55 años que en 2001 desafió a la opinión pública de un México más conservador al declararse abiertamente transexual.
Hoy la actriz camina segura, habla desde su camerino en La Teatrería con EL UNIVERSAL: “¡No me fui, siempre he estado aquí!”, dice sonriente, aunque han pasado 16 años desde la última vez que actuó, en la película "One long night".
Regresa para dar vida a Mikael, un hombre transgénero que se arrepiente de haberse reasignado como mujer, algo con lo que ella definitivamente no se identifica.
“Yo estoy muy a gusto siendo Libertad y el tiempo que viví en el mundo de los hombres me la pasé a todo dar, muy distinto a muchas historias que conozco de gente que sufrió cuando era hombre. Yo para nada; me divertí, viví, gocé, disfruté, fue maravilloso. No me quedé con ganas de nada”, asegura.
La obra con la que vuelve es Orlando y Mikael: los arrepentidos, dirigida por Sebastián Sánchez Amunategui.
Narra la vida de Orlando y Mikael, dos hombres de 60 años que por primera vez se sientan a hablar sobre su proceso de transición, lo que los llevará a una reflexión social y personal sobre identidad de género.
“Desde que soy una mujer trans, me han invitado a interpretar historias para decir: ‘ay, mira cómo sufro, qué triste es pertenecer al mundo trans’. Pero este libreto me atrapó porque me parece maravilloso que dos personas que cruzaron hacia el mundo de las mujeres, de pronto se hayan dado cuenta de que no era lo que querían”, dice.
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La actriz considera que esta obra no es una forma de decirle a la gente que las mujeres transexuales se arrepentirán de su transición, sino una manera de visibilizar la problemática y el juicio al que se someten las personas trans, incluso dentro de la misma comunidad LGBT+, en temas que también se han convertido en tabúes.
“Cualquier chico gay tiene trabajo, pero que te pongas un vestido y que un hombre ‘descienda’ al ‘bajo mundo’ de las mujeres es imperdonable. Las mujeres transexuales no tenemos oportunidades”, lamenta.
Se abre camino
Ella misma es testigo de la discriminación que las personas trans experimentan. Recuerda que después de anunciar su identidad, los productores la encasillaron como lo habían hecho en el pasado, cuando comenzó su carrera como Armando Palomo y sólo le llamaban para roles de villano.
Actuó como Bugambilia, un hombre que se viste de mujer en la obra Aventurera, y un personaje trans en la telenovela Los Sánchez, hasta que decidió forjar su propio camino.
“Se quedaron con la idea de que yo nada más iba a hacer papeles de travesti, entonces como no me llamaban para hacer nada más, me puse a producir”, cuenta la actriz.
“Yo dirigí, produje y actué y como soy cantante también, pues tengo la facilidad de cantar como hombre y como mujer. Hacía shows con dos voces, y me fui a viajar alrededor de 16 años por este país con mi combi psicodélica llevando teatro”.
Hoy, asegura, su compromiso está en demostrar que es capaz de seguir interpretando tanto papeles de hombre como de mujer.
En este montaje, que se presentará todos los viernes a las 19:30 horas, actúa junto a Dana Karvelas, Terry Holiday y Roshell Terranova, quienes darán vida a personajes masculinos.
“Las personas trans tienen diversas profesiones, que no se confundan pensando que no pueden interpretar algo y tampoco tienen que ser necesariamente transgénero para hacer a un transgénero o transexual. Todos creamos personajes”.