
Más Información
“Estoy desesperado. Vendí mi alma al diablo y no sé cómo deshacer lo que hice”, contaba una voz entrecortada al otro lado del teléfono que dejó paralizados a los radioescuchas de "La mano peluda", uno de los programas más populares de la radio mexicana.
Era 2002 y esta llamada se convirtió en uno de los momentos más populares y comentados de la emisión, que ha enchinado la piel desde estaciones como la 1470 AM de Radio Fórmula hasta la fecha.
A punto de cumplir 20 años (inició el 13 de agosto de 1995), el director José Manuel López Velarde (Mentiras, el musical) decidió ponerle cara a los estremecedores relatos y hacer de estos una experiencia inmersiva en el teatro.
Lee también Olivia Collins abandona obra de teatro, no quería compartir escenario con Imelda Garza: "decidió declinar"

El episodio maldito, que se presenta en el Teatro Ofelia, convierte la nostalgia, el miedo y el suspenso en una experiencia completamente distinta: una función en la que los espectadores usan audífonos para sumergirse en una historia que mezcla ficción con los casos más recordados del programa original.
“Yo soy bastante escéptico, y por eso lo primero que hice fue preguntarle a los productores del programa si los casos eran actuados. Todos me dijeron: ‘No, eran reales’. Esa duda, ese no saber si creer o no, fue lo que me interesó explorar”, cuenta López Velarde a EL UNIVERSAL.
"La mano peluda" nació el 13 de agosto de 1995 como un espacio nocturno para contar historias paranormales. Pero muy pronto se convirtió en un fenómeno radiofónico. Cada noche, miles de personas sintonizaban sus radios para escuchar relatos de apariciones, posesiones, rituales y fenómenos sin explicación. Y lo que lo hacía único era que las historias las contaban los propios oyentes, en vivo.

Fue conducido en dos etapas por por Rubén García Castillo, quien falleció en mayo 2021, y también por Juan Ramón Sáenz, quien murió en mayo de 2011; actualmente está a cargo de los productores del show en Radio Fórmula: Gina Avilés y Nacho Muñoz, y se hace tanto en radio como en podcast.
Un homenaje al programa
Aquí la obra parte de una premisa: el hijo del conductor de un programa de radio paranormal descubre, años después, una cinta con el último episodio que su padre grabó antes de morir. Ahí comienza a investigar y con él, el público. A través de unos audífonos, los asistentes escuchan junto con el personaje los audios, los ruidos y las voces que forman parte del misterio.
“Quería hacer un homenaje al programa, pero también al sonido, al poder de la radio, que puede ser mucho más inquietante que lo visual”, explica el director.
Lee también Teatro "Aquiles Córdova Morán"; herramienta para impulsar la cultura de Antorcha
Durante el proceso creativo, explica López Velarde, investigó en profundidad el caso de Juan Ramón Sáenz (a cuyo “extraño” encuentro con Josué, el radioescucha que relató su caso, algunos atribuyeron su fallecimiento) y revisó algunos de los relatos más icónicos del programa: La huida de Katia, El oso que habló y Las botas con sangre.
El director comenta que también se adentró en crónicas y archivos de la década de los 90, como los narcos satánicos y los rituales de “La Paca”, los poderes de la curandera conocida como “Pachita”.
“Lo que más me impactó fue esa parte real. Me daban náuseas al escribir algunas escenas. Había símbolos que inquietaban al equipo, se escuchaban ruidos extraños en el teatro. Pero a mí, personalmente, no me pasó nada”, recuerda.
Lee también Habrían vetado a Denisse de Kalafe de Radio Fórmula, tras desencuentro en el programa de Shanik Berman
El Teatro Ofelia no es un espacio neutral en esta tenebrosa historia. La obra sucede dentro de él, literalmente. El personaje encuentra allí los restos del audio perdido, señales de brujería, rastros de algo que aún sigue ahí.
“No es una escenografía genérica. El teatro se vuelve parte del relato. Es un personaje más”, dice.
López Velarde no quiso limitar la puesta en escena sólo a octubre, acorde con la temporada de Halloween y Día de Muertos, pues considera que el interés del público por este tipo de historias espeluznantes es permanente, de ahí el éxito de la propia Mano peluda.
“Esta historia habla de algo más profundo: la necesidad de entender si lo que escuchamos es real o no, si hay cosas que de verdad no deberían ser contadas”.
Comentarios
Noticias según tus intereses
ViveUSA
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario
