reprueba la Claudia Álvarez. La actriz de “Vencer el desamor” sintió de cerca un acto de marginación cuando a su suegra, la empresaria Gina Diez Barroso y su cuñada les negaron el acceso a un restaurante en días pasados, hecho que la dejó ofendida.
La razón por la que el restaurante neoyorquino Le Bilboquet, ubicado en Upper East Side, le negó el acceso a Gina y Tatis fue porque esta última estaba usando tenis deportivos en lugar de zapatos. Esto debido a que padece parálisis cerebral y no puede usar otro tipo de calzado, aunque la fundadora de la Universidad Centro explicó esto al gerente, el equipo no cedió a darles acceso, por lo que la familia completa decidió denunciarlo en redes sociales, tanto Billy Rovzar, como Ivana de María, también hijos de Díez Barroso, se manifestaron y ahora Claudia decidió unirse.
“Tienes que respetar lo que la gente es y si tú eres una persona que jamás en la vida vas a usar zapatos porque a ti te gusta la comodidad o porque tienes algún problema físico que te impide usar zapatos y tienes que usar tenis o tienes algún problema en la cabeza que no te permite quitarte el sombrero o lo que sea, yo creo que tenemos que dejar a la gente ser como quiera ser, respetar”, expresó Álvarez en entrevista.
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La también diseñadora afirmó que está a favor de la diversidad en todas sus expresiones, especialmente en la forma de vestir, pues considera a esta expresión un camino para aprender de aceptación y crecer en tolerancia.
Imagen: Especial
En su caso, nunca ha sido víctima de discriminación, pero pide a los empresarios que se solidaricen con personas que son diferentes, sin importar razones.
“Entiendo muchas veces los códigos de vestimenta en muchos lugares, pero también uno tiene que tener un criterio mucho más amplio y aprender a entender que va mucho más allá, que es alguien que no podría caminar con otro tipo de zapatos, que son zapatos especiales para ella, que quiere ir a cenar o a comer a un restaurante porque les encanta esa comida, pero no se va a poder poner unos zapatos porque su físico le impide ponerse unos zapatos”, señaló.
“La gente tiene que tener mucha más empatía y respetar. ¡Qué padre que haya gente diferente!, ¡qué padre que no todos pensemos igual!, ¡que padre que todo mundo podamos vestirnos de formas distintas!, porque nos comunicamos cosas distintas y eso es parte del crecimiento, si todos fuéramos iguales, qué aburrido, qué horror de mundo. La gente tiene que ver mucho más allá de un código de vestimenta y tocarse el alma. No todo en la vida es que alguien traiga unos tenis o no, se me hace muy arcaico”.
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Desde su trinchera como empresaria, al frente de su tienda de ropa y accesorios, Cléeo Studio , Claudia quiere contribuir a la empatía y la solidaridad. Desde que comenzó, en 2015, asegura que ha intentado que los diseños sean versátiles y accesibles.
Durante la pandemia creó junto a varias diseñadoras mexicanas una nueva colección en la que incluye desde una falda de mezclilla hasta un vestido de noche con toques modernos y distintos tipos de joyería. La idea, según cuenta, es hacer sentir a todos sus clientes incluidos.
“Son para cualquier target, tratamos de hacer algo que no fuera específico para tal tipo de personas, sino que fuera algo universal y a la posibilidad de que muchísima gente lo use”, afirmó.
Foto: Instagram Claudia Álvarez
A su hija, Kira, de un año y cinco meses, también le enseña respeto y empatía a través de juegos. La pequeña ha estado estimulando su conocimiento para aprender a escribir y leer al mismo tiempo, así como clases de chino mandarín. Claudia considera que estas son habilidades que cualquier otro niño posee y no espera que su hija sea tratada de forma especial en el futuro.
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“No es que mi hija sea la más inteligente, todos los niños lo son, el chiste es como papás no demeritar o decir ‘es que esta chiquita, no va a entender’; mi hija todo entiende, yo le digo ‘Kira recoge eso, ponlo en la basura, ponlo en la cama y ella entiende, pero porque yo jugando, con canciones y letreros, estoy haciendo que ella aprenda a hablar y a leer por imágenes, no es que sepa qué es ABCDE, ella simplemente ve imágenes y sabe lo que significa”, contó.
“Mucha gente me dice ‘¿es que por qué haces eso? se va a aburrir en la escuela’, pero a ver, todos los niños se aburren en la escuela, nada más que yo la voy a meter a una escuela donde la maestra, si mi hija ya sabe leer, entonces mientras sus compañeros aprenden a leer a mi hija le van a dar un libro para leer”, finalizó la actriz de 39 años.
fjb