
Más Información
La Ciudad de México fue propiedad de Katy Perry. A las afueras de la Arena CDMX todo parecía un mapa de colores pastel, neón y lentejuelas, como si hubiera sido hackeada por un videojuego retro-futurista programado por la cantante estadounidense.
Afuera del recinto no se hablaba de otra cosa: entre puestos de orejitas de conejo, coronas con LEDs, cobijas estampadas con la imagen de la artista y las clásicas imágenes de una “Santa Katy”, los fans se preparaban para el primer concierto de The Lifetimes Tour, una gira que arranca en México.
Desde temprano, el perímetro se convirtió en una imagen clásica de un concierto pop: mujeres con diademas de mariposa, chicos con looks inspirados en Teenage Dream y vendedores ambulantes a lo largo de la avenida vendiendo toda clase de mercancía, desde ropa, bolsas hasta llaveros “oficiales del evento”.
Lee también: Katy Perry en CDMX: entre luces, brillos y gratitud, así la reciben sus fans

Game Over. Comienza el juego
El primer acto del concierto fue un prólogo visual. En las pantallas: una Katy Perry cibernética cae al vacío tras un ominoso “Game Over”. Y justo cuando parecía haber tocado fondo, la verdadera Katy descendió desde el techo en una jaula iluminada, suspendida por cables. Cantó Artificial, y con un “¡México!” encendido desde las alturas, activó el grito colectivo de 18 mil personas.
Así inició el concierto: con una narrativa distópica, con estética de videojuego, en donde cada canción desbloqueaba un nuevo “nivel”. El escenario, en forma de símbolo de infinito servía para que la mayoría de los asistentes se sintiera más cerca de ella.
Sin descanso, le sigue “Teary Eyes”, que se convierte en un trance emocional gracias a su intro y outro extendido, para luego transicionar a una versión más oscura y envolvente de “Dark Horse”, que incluye elementos de ARTIFICIAL en su intro.

Casi al inicio del concierto es cuando llega el momento de los éxitos: “California Gurls”, “Teenage Dream”, “Hot n Cold”, “Last Friday Night ” y “I Kissed a Girl”.
En uno de los momentos más entrañables del show, Katy caminó sobre la pasarela para observar de cerca a sus fans y sus espectaculares outfits, muchos inspirados en distintas eras de su carrera. Se mostró visiblemente sorprendida y emocionada, agradeciendo el amor del público mexicano y confesando lo feliz que estaba de arrancar su gira en México. Al escuchar los gritos de “¡Katy, hermana, ya eres mexicana!”, no pudo evitar reír y preguntó curiosa a alguien del público qué significaba exactamente esa frase que todos coreaban con tanto entusiasmo.
Posteriormente, apareció uno de los segmentos más curiosos: “Elige tu propia aventura”, en donde el público votaba, vía QR, por canciones menos conocidas. Aquí, Katy Perry desempolvó joyas como Not Like the Movies (que no cantaba desde 2012) y The One That Got Away, mientras improvisaba interacciones con sus músicos y hasta invitaba a fans al escenario.
Ellos, vestidos como astronautas, no entendieron del todo sus preguntas, lo cual provocó carcajadas tiernas y virales. Perry improvisó, jugó con ellos, y les regaló un espacio para tocar junto a ella.

Cada sección del show estaba cuidadosamente diseñada como un “nivel” narrativo. En Wide Awake, Katy caminó toda la pasarela con sus bailarines ejecutando danza aérea. En Rise, apareció con una mano robótica que disparaba rayos de luz. En Roar, surcó el aire montada en una mariposa mecánica, vestida como si repitiera su acto del Super Bowl.
Lee también: “Tú eres el personaje principal”: el poderoso mensaje de Katy Perry antes de su show en CDMX
Pero el clímax emocional llegó con All the Love, una canción de su más reciente álbum “143”, dedicada a su hija Daisy Dove. “Es la mejor decisión que he tomado”, dijo. Y por unos minutos, la distopía se volvió maternal, cálida, íntima.
Ya hacia el cierre, las pantallas mostraron una narrativa final: drones, desiertos, ciudades invadidas… Katy Perry debía encender “la luz”. Y así lo hizo, con Firework. La canción explotó entre fuegos artificiales físicos y emocionales, con todo el público convertido en una constelación de celulares y voces quebradas por la emoción.
La cantante tendrá otra fecha más en CDMX este 26 de abril en el mismo recinto.
Ritual colectivo



Noticias según tus intereses
ViveUSA
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario
