A las siete de la noche, el ya lucía lleno y con ganas de bailar el "Noa Noa". Miles de personas habían llegado desde horas antes para presenciar un fenómeno extraño y, al mismo tiempo, profundamente mexicano: ver a, pero ahora desde tres pantallas gigantes colocadas frente a la Catedral y el asta bandera. Una proyección, sí, pero con alma de concierto.

Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.
Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.

Mientras caía la tarde, el tráiler de, la nueva serie de Netflix, aparecía una y otra vez en las pantallas. Entre cada repetición, el público convertía la plaza en una pista de baile al ritmo de los covers del "Divo", aquellos que alguna vez retomaron Panteón Rococó o Dread Mar I.

Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.
Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.

Antes del evento, vendedores ambulantes levantaron improvisados stands con pósters, tazas y playeras con el rostro del compositor, mientras los asistentes compraban recuerdos de un artista que, aun en ausencia física, nunca se ha ido del todo.

Lee también:

Ese eco del Juan Gabriel que rompió esquemas en 1990, cuando fue el primer cantante popular en pisar Bellas Artes junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, estaba a punto de repetirse ahora, ante un Zócalo abarrotado.

Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.
Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.

A las 8:10, treinta segundos bastaron para que la plancha entera se emocionara. La gente gritó como si el famoso caminara hacia ellos desde el escenario. Cuando apareció en pantalla, envuelto en su traje blanco brillante, miles de celulares se levantaron para grabar el momento.

Los aplausos estallan cuando aparecen los arreglos sinfónicos del concierto original de 1990 proyectados en pantalla gigante. Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.
Los aplausos estallan cuando aparecen los arreglos sinfónicos del concierto original de 1990 proyectados en pantalla gigante. Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.

“Cuando uno se va, lo que se queda es lo que vio”, se escuchó decir al artista mientras las imágenes del documental marcaban el arranque de la función. El público se acomodó para grabar, interrumpido por aplausos cuando la cámara mostraba al director de orquesta y los arreglos sinfónicos de aquella histórica noche del 90.

Lee también:

Un joven hacía videollamada a su abuela, girando la cámara para mostrarle el tamaño del evento:“Mira, abue, es el de Bellas Artes. Estoy en el Zócalo… tú me enseñaste sus canciones”, le decía.

La primera canción fue “Yo no nací para amar”, pero a los pocos segundos el audio falló. El público reaccionó entre gritos, rechiflidos y un: “¡Pinche Netflix!”. Pero bastó un instante para que la voz del nacido en Michoacán volviera a retumbar. Y entonces sí, el Zócalo cantó completo, de principio a fin, ese himno a la melancolía.

Seguidores se disfrazan como Juan Gabriel con trajes brillantes. Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.
Seguidores se disfrazan como Juan Gabriel con trajes brillantes. Foto: Hugo Salvador/EL UNIVERSAL.

Cuando terminó, la plaza explotó en aplausos como si el artista estuviera ahí, respirando con ellos. Después llegó “Ya lo sé que tú te vas”, y Juan Gabriel dejó un espacio para que la gente completara los versos. El Zócalo entero se volvió un karaoke público. Entre la multitud, un joven lloraba mientras grababa el momento.

Lee también:

Las voces del público

Carlos, 49 años: Fan “desde niño”, por tradición familiar, Carlos asistió al evento junto a su familia.“Este concierto en su época fue polémico por el contexto político, pero Juan Gabriel lo logró. Nadie creía que un artista tan popular pudiera presentarse en Bellas Artes. Para mí esto es muy especial porque nunca pude verlo en vida. Su música me recuerda a mis padres… y él hacía lucir al país”, dijo a El Universal.

Fanáticos comparten su gusto por Juan Gabriel. Foto: Marlem Suárez/EL UNIVERSAL.
Fanáticos comparten su gusto por Juan Gabriel. Foto: Marlem Suárez/EL UNIVERSAL.

Blanca, 62 años: Blanca asistió también acompañada de su familia a un evento que no se puede perder cualquier fanático de Juan Gabriel:“Él fue un gran compositor, y seguirá siéndolo para nuevas generaciones. Muchas canciones me recuerdan a mi mamá, otras a viejos amores. Este tipo de eventos son importantes porque no todos podemos pagar un concierto o un auditorio. Traerlo al Zócalo es traerlo a todos. Juan Gabriel es parte de nuestra cultura”, expresó en entrevista.

Devotos de Juan Gabriel comparten sus recuerdos con su música. Foto: Marlém Suárez/EL UNIVERSAL.
Devotos de Juan Gabriel comparten sus recuerdos con su música. Foto: Marlém Suárez/EL UNIVERSAL.

Lee también:

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses

[Publicidad]