José Manuel Rincón lleva ocho años intentando posicionarse como actor en la televisión mexicana.
A sus 30 años, ha participado en proyectos como La rosa de Guadalupe y Como dice el dicho, pero hoy, a través del streaming, es considerado como uno de los nuevos galanes de la televisión, algo que para él significa un avance, pero también una señal de que el esfuerzo ha valido la pena.
“Son comentarios que siempre se agradecen, que alguien se tome el tiempo para reconocer tu trabajo y pasar un buen momento viéndote es enriquecedor”, dice Rincón en entrevista.
“Lo tomo como un gesto de calidez y de amor del público, lo agradezco, pero más que un galán, trato de verme como la persona que busca personajes interesantes, a veces te tocará ser el protagónico y otras sólo un personaje que tiene una pequeña participación, pero da un giro a la historia”, agrega.
A lo largo de los años ha buscado interpretar cada vez más personajes que lleven al público un mensaje importante, así fue como llegó a protagonizar Senda prohibida, de ViX, donde interpreta a Roberto, un joven que es capaz de pausar sus sentimientos en busca de la verdad.
“Es una gran responsabilidad tener el peso de una gran producción sobre ti, pero son años que he trabajado, y me siento confiado de mis capacidades”, señala el actor.
Ahora, con su papel de Adriano, en la nueva serie de Netflix Pacto de silencio, considera que su misión por poner en la mesa temas trascendentales se consolida, pues esta historia, que protagoniza Camila Valero, habla del sentimiento de abandono y, con su papel, José Manuel ayuda a que una joven comience la búsqueda para encontrar a su mamá.
“Creo que cualquier persona que pase por esa situación tiene derecho a saber la verdad y las circunstancias por las que fue rechazada”.
Bajo el género del thriller, el actor considera que se logra cautivar al público por contener una dosis de suspenso que complementa al drama, lo cual es benéfico para el espectador.