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"Joker" es un filme valiente que narra la génesis de un villano de forma magistral y que va más allá de las tradicionales cintas de superhéroes, consideró el jurado que le otorgó el León de Oro en el Festival de Venecia.
El director de la película, Todd Phillips, recalcó la importancia que tuvo el actor Joaquin Phoenix en el logro del filme e hizo una mención especial al histrión al recibir el premio “pues todo el peso recae en sus hombros”, dijo el director.
Lucrecia Martel, presidenta del jurado, apuntó la importancia de este filme en los momentos que se viven en la industria y en la política.
“Me parece remarcable que una industria que se preocupa por los negocios tomara el riesgo de hacer esta película, hecha para la taquilla pero que es una reflexión sobre los antihéroes y en donde el enemigo no es un hombre, es el sistema”.
Por su parte, el cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto dijo que se sintió profundamente emocionado por su trabajo en la cinta.
“Se siente como una película surrealista en la que puedes entender las emociones y lo que está sucediendo. Había momentos en los que era difícil saber si se trataba de un filme o de un documental y me di cuenta que eso no importaba. Realmente pude conectarme, incluso porque desde la cultura de la que vengo en México a veces ocurren situaciones absurdas y hay vida en ellas. Esta película está llena de esa vida y pasión”, explicó.
El segundo premio en importancia es el Gran Premio del Jurado, León de Plata, que fue para la cinta "J’accuse" (El oficial y el espía), de Roman Polanski.
Acerca de este premio, Martel dijo que cuando uno habla de una película no se está negando a hablar sobre el autor. En los primeros días del festival, Martel criticó duramente a Polanski al recordar la acusasión de Samantha Geimer, quien asegura que el cineasta la violó en 1977, cuando ella tenía 13 años.
Al anunciar el premio a Polanski, Martel señaló: “El autor es un ser humano como todos los directores de todas las películas. La peor cosa que podríamos hacer con un ser humano es separarlo de su obra porque entonces habría que ir a castigar a mucha gente. El señor Polanski representa un caso entre 300 y lamentablemente muchos de ellos estaban hoy sentados en la Gran Sala”, dijo en alusión al escándalo que desde hace dos años pesa sobre la industria del cine por casos de abuso y acoso contra actrices.
El sueco Roy Anderson se hizo con el Premio a Director por "About Endlesness", una cinta agridulce con sentido del humor que invita a reflexionar sobre los problemas del mundo moderno.
La Coppa Volpi a Mejor actriz para Ariane Ascaride por "Gloria mundi" fue una sorpresa, pues en todas las quinielas estaban por Scarlett Johansson o Catherine Deneuve.
Ascaride dedicó el premio a los inmigrantes que se quedaron en el fondo del Mediterráneo haciendo referencia a todos los que han tenido que abandonar sus países de origen y han muerto en el intento.
El filme cuenta la historia de una familia en la que se puede ver la diferencia de dos generaciones, la de los abuelos generosos y la de los hijos materialistas y amorales.
La Coppa Volpi a Mejor actor fue para Luca Marinelli por Martin Eden, basado en la novela de Jack London, un marinero que quiere convertirse en escritor para conquistar a una mujer burguesa. Una crítica hacia la industria cultural y el socialismo, mezclada con imágenes de archivo de Errico Malatesta.
El Premio a Guión fue para No.7. Cherry Lane del director chino Yonfan, cinta de animación que transcurre en el Hong Kong de la década de los 60, marcada por disturbios como los de 1967.
La mafia non e piu quella di una volta, de Franco Maresco se llevó el Premio Especial del Jurado.
Es un documental satírico sobre la mafia italiana que muestra un acercamiento diferente hacia el tema.
Toby Wallace se hizo con el Premio Marcelo Mastroini a Mejor actor emergente por su interpretación de un joven problemático que hace vivir intensamente a una joven con cáncer en Babyteeth.