
¿Qué significa ser un líder hoy? Para Javier Bardem, quien interpreta a Rubén Cervantes en la película "F1", ser líder no es cuestión de poder ni control, sino de sacrificio, empatía y responsabilidad colectiva.
Pero esas cualidades, dice el actor español, no necesariamente se ven en los líderes del mundo.
“Hoy muchos de los que tienen poder, ‘los supuestos líderes’, nos están llevando al caos político, social y humanitario por su avaricia, por su sed de venganza o por el deseo de enriquecerse.
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“Hace mucho que no tenemos un buen líder. El último que recuerdo fue Mújica, expresidente de Uruguay”, afirma el actor ganador del Oscar.
A esos líderes llamó el español la semana pasada, durante una entrevista en el programa estadounidense The View, de la cadena ABC, para promover este filme, en la que aprovechó para pedir “humanidad” ante la muerte de civiles en Gaza, en el conflicto con Israel, pero la entrevista fue interrumpida con un corte comercial.
“Un verdadero líder es alguien que deja atrás sus propios intereses para poner las necesidades de los demás primero. Eso no tiene que ver con fuerza bruta ni violencia, sino con conciencia y compasión”, señala Bardem.
Pasión sin frenos
En "F1", la cinta dirigida por Joseph Kosinski, Rubén, su personaje de expiloto, ya no compite en la pista, pero su amor por el automovilismo sigue intacto.
Ahora su objetivo es ayudar a otros a correr, a seguir en ese mundo que tanto ama.
La escudería ficticia Apex Grand Prix (APXGP) está al borde del colapso. Al comienzo de la cinta, la temporada parece perdida, y Rubén pide ayuda a Sonny Hayes, su viejo amigo.

“Intenta salvar al equipo, pero también su propia pasión. Ya no es sólo correr, sino hacer que otros corran. Por eso llama a Sonny, porque sabe que comparten esa misma pasión. Toman el riesgo juntos”, comenta Bardem.
Sonny Hayes, interpretado por Brad Pitt, es una leyenda caída en desgracia que vivió el apogeo de la F1 hace tres décadas.
Un accidente lo sacó del circuito y lo arrojó a una espiral de matrimonios fallidos y apuestas, hasta que su viejo amigo lo llama con una oferta que es más súplica que propuesta: volver a las pistas.
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“Tener un amigo que cree en ti cuando nadie más lo hace, que te saca de tu zona de confort y te empuja a ser lo mejor que puedes, es el verdadero corazón emocional de esta película”, dice Kosinski. “Estoy feliz de que Javier Bardem sea quien le dé vida a ese papel”.
En la APXGP, se encuentra el piloto novato Joshua Pearce (Damson Idris), cuyo estilo rebelde y falta de compromiso con el equipo tensionan más la temporada que parece perdida desde el inicio.
“El orgullo puede ser un problema cuando eres joven, porque falta madurez. Me identifico con Joshua, que pensaba que lo sabía todo, pero aún tiene mucho que aprender. El trabajo en equipo es clave para lograr los sueños, no puedes hacerlo solo, necesitas a un equipo que te apoye y te impulse”, indica Idris, de 33 años.
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Una vista desde el volante
La película fue filmada en circuitos auténticos como Silverstone, Spa-Francorchamps, el Circuito de Monza y el Autódromo Hermanos Rodríguez, entre otros, con la participación de pilotos reales, incluyendo a Lewis Hamilton como productor de la historia.
“Lewis nos dijo que nunca había visto una película que mostrara lo que realmente se siente estar dentro de un auto de F1. Gracias a él entendimos lo físico que es correr y lo que impulsa a los pilotos a arriesgar su vida cada fin de semana. Fue clave para darle autenticidad al filme”, señala el director sobre la cinta que llega a las salas mexicanas este jueves 26 de junio.
De acuerdo con la producción, el rodaje involucró además a actores que aprendieron a manejar autos de Fórmula 2 y Fórmula 3, sumergiéndose en la experiencia del piloto más allá del guion.
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Pero la idea principal, menciona Javier Bardem, es mostrar la presión por ganar, las apuestas económicas, la incertidumbre constante y, sobre todo, la complejidad de las relaciones entre quienes conforman un equipo.
“Es natural querer ser el mejor, perseguir un deseo personal con toda el alma. Pero uno no llega lejos sin la ayuda de otros. Y si no reconoces a quienes te acompañan en el camino, puede que no consigas lo que buscas…, o que lo consigas, pero sin nadie con quien celebrarlo”.
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