Los problemas no terminan para Inés Gómez Mont, quien desde 2021 se encuentra prófuga de la justicia debido a que es acusada por malversación de fondos, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita; a esto se suma una demanda por violencia familiar presentada por su exesposo Javier Díaz; pero las cosas no siempre fueron así para ella.
Inés pertenece a una familia involucrada por décadas en la política, su abuelo Felipe Gómez Mont, es fundador del Partido Acción Nacional (PAN), miembros de su familia han ocupado cargos públicos y además son socios de una importante firma de abogados, Zinzer, Esponda y Gómez-Mont.
En 1997 Inés inició su carrera como actriz en TV Azteca, en la telenovela juvenil "Tric Trac", para luego integrarse al área de noticias en la división Fuerza Informativa Azteca, pero finalmente se integra al departamento de entretenimiento, que en ese entonces era jefatura de Paty Chapoy.
Su gran oportunidad llegó cuando en 2004 se queda al frente del programa dominal "Los 25+", donde permaneció cinco temporadas, su salida se dio debido a su embarazo, a través del cual trajo al mundo a su primogénita Inés, producto de su matrimonio con Javier Díaz, con quien permaneció de 2008 a 2013, teniendo tres hijos más Javier, Diego y Bruno.
En 2008 tomó notoriedad cuando vestida de novia asistió al Super Bowl Media Day, y en una conferencia con el quarterback de los New England Patriots, Tom Brady, le pide al jugador que por favor se case con ella.
Del 2005 al 2009 también formó parte de los conductores del programa de espectáculos "Ventaneando", con cuya titular Paty Chapoy, mantuvo una relación tirante hasta el día de su despedida de este proyecto.
La polémica llega a Inés Gómez Mont
En 2015 contrae matrimonio con el abogado Víctor Manuel Álvarez Puga, cuyo despacho de asesoría fiscal Álvarez Puga y Asociados, ya tenía problemas fiscales con la Procuraduría General de la República (PGR) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), por evasión de impuestos y en 2012 enfrentó la acusación de ser lugar de firmas fantasmas, según un reportaje del New York Times.
Pero fue en 2019 cuando la bomba estalló, al darse a conocer que Gómez Mont y su esposo estaban siendo acusados por la Fiscalía General de la República (FGR) por malversación de fondos, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, por alrededor de 3,000 millones de pesos (unos 150 millones de dólares), por lo que fue girada una orden de aprehensión en su contra y desde entonces están prófugos de la justicia.
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