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Nueva York.— El jurado del proceso se enteró ayer de que el productor de cine Harvey Weinstein contrató a un detective privado para investigar a decenas de mujeres que sospechaba que podían contar sus presuntas agresiones sexuales a periodistas.
El investigador Sam Anson contó al jurado de la corte penal estatal de Manhattan que recibió el correo electrónico de Weinstein el 17 de agosto de 2017, pero no siguió sus instrucciones.
La lista incluye decenas de nombres como los de las actrices Rose McGowan, que según Weinstein intentaba chantajearlo, y de Annabella Sciorra, quien relató el jueves en un tribunal de Nueva York cómo el productor de cine supuestamente la violó en el invierno de 1993-1994.
Igualmente, la Fiscalía solicitó ayer la presencia de la actriz Rosie Pérez, quien apoyó el testimonio como testigo en el caso contra Weinstein, acusado de cinco delitos de abusos sexuales (dos de ellos violación), luego de que la defensa del magnate de Hollywood pusiera en entredicho la veracidad del testimonio de la actriz de Los soprano.
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Entre las pruebas presentadas por el equipo de Weinstein estuvo un fragmento de una entrevista a Sciorra en un programa dirigido por David Letterman en el que dice ella entre bromas: “Tengo mala reputación, he sido pillada en un par de mentiras”.
Pérez por su parte explicó en la sala que Sciorra le aseguró a finales de 1993 que había sufrido una violación y meses después le confirmó que había sido Weinstein.
Al estrado también fue llamada la psiquiatra forense Barbara Liv, testigo en más de 200 juicios de agresión sexual —incluido el de Bill Cosby— y dijo al jurado que las víctimas de agresión sexual a veces permanecen en contacto con su atacante durante años tras el incidente.