
Sin necesidad de ser mamá, Tessa Ia comprende la importancia de poner sobre la mesa el tema de la violencia vicaria, donde uno de los dos padres busca vengarse o castigar al otro a través de los hijos.
La actriz, dice, tiene varias historias similares a su alrededor, de ahí que comprendiera la propuesta de protagonizar "Nadie nos vio partir", donde encarna a Valeria Goldberg, una ama de casa que vive atrapada en un matrimonio concertado con su marido Leo Saltzman (Emiliano Zurita).
Su consuelo son sus dos pequeños hijos, Isaac y Tamara (Alexander Varela y Marion Sirot) pero cuando la infidelidad de Valeria es descubierta por su esposo, éste decide llevarse a los niños a Europa, desatando una guerra entre dos de los patriarcas más importantes de la comunidad judía mexicana de los 60, Samuel (Juan Manuel Bernal) y Moishe (Flavio Medina).
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“Parte de nuestra experiencia al rodar esta serie es que gente de nuestro alrededor se nos acercara a contarnos historias similares que una pensaría que ya dejaban de pasar, y es que es más común de lo que pensamos”, indica Ia.
La actriz destaca que lo que se cuenta en esta serie, que se estrena hoy por Netflix, no es ficción, pues se basa en la historia real de Tamara Trottner, quien plasmó en su libro homónimo la historia de su madre, quien enfrentó una dura batalla con su esposo por recuperarla a ella y a su hermano.
“Eso es lo más importante, no perder de vista que esta historia la cuenta Tamara, la niña que vemos en la serie y que, con toda la valentía del mundo, se atreve a compartir su historia”, subraya Tessa.

Zurita coincide y resalta el hecho de que por ello en la trama no hay buenos o malos, héroes o villanos, ya que cada uno de los personajes responden a lo que se espera de ellos, muchas veces dejando de lado lo que consideran bueno o correcto, comenzando por el joven matrimonio central.
“Leo y Valeria venían de unas familias poderosas con unos patriarcas que representan a unas figuras superiores, más de lo que Leo podría llegar a ser, por eso no es tan sencillo para él tener la valentía de decir: ‘Yo no soy mi padre, lo que yo quiero también importa, mis decisiones también son válidas’. Pero ellos no se pueden ni cuestionar el porqué de las cosas. Si Leo se tiene que casar con Valeria por el bien de la familia, se hace”, señala Emiliano Zurita.
Por eso, cuando el personaje de Tessa decide no quedarse callada y expresar lo que considera no está bien, aunque vaya contra las reglas establecidas en su tiempo, termina siendo juzgada por su entorno.
“Todos los personajes de alguna manera son víctimas de las circunstancias, todos están intentando hacer lo mejor con sus herramientas. Aquí nadie es una mala persona porque sí, sino que toman decisiones que ellos creen son las correctas para sus hijos. Esas capas son lo bonito de una serie”, agrega nel actor de 31 años.
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La visión más vulnerable
Uno de los puntos que hace diferente a "Nadie nos vio partir" de otras series que abordan temas similares, es que aquí se muestra la visión de los dos niños involucrados en esta pelea de familias.
“Para mí lo más difícil es cuando nos ponemos en los zapatos de los niños, porque es la verdadera vulnerabilidad. Todos los adultos están tratando de solucionar las cosas como ellos creen, pero nadie las está viendo desde el punto de vista más frágil y de quién debería estar siendo protegido”, indica Tessa.
Emiliano destaca la complejidad que este tema significó para su personaje, quien se la pasa escondiéndose de un país a otro, situación en la que además debe pretender que todo está bien por el bienestar de sus hijos.
“Debe simular que no está roto ni desesperado o que está dudando de sí mismo, porque quiere que ellos estén bien. Pero la inocencia de los niños termina siendo más racional que todo lo demás. Es algo bonito porque te enseña que los padres también pueden aprender de los hijos”, destaca.
La producción para Netflix se rodó en cuatro países: Francia, Sudáfrica, Israel y México, lo que requirió una logística muy compleja.
“Es una enorme bendición poder contar una historia tan importante, con un equipo tan hermoso, haciendo el trabajo que amas, y además descubrir países nuevos a los que nunca pensaste ir”.
La actriz destaca el hecho de que producciones como estas involucren una mayor atención a los detalles para conservar la esencia.
“En lugar de hacer Sudáfrica en los Estudios Churubusco fuimos a Sudáfrica”, resalta Ia.
El libro de Trottner, quien además ha publicado las novelas "Un último pedazo de bruma (2001) y Siempre las Jacarandas (2008), se publicó en abril de 2020.
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