¿Será que quitar los celulares es el secreto para un buen ambiente? parece haber encontrado la fórmula. El Palacio de los Deportes estaba lleno de nervios. Todavía flotaba en el aire el recuerdo de la primera noche fallida, pero esta vez no, esta sería la noche. ¡Sí se pudo! Gritaron los fans antes de que arrancara la ceremonia.

No hubo teloneros. El escenario, cubierto por un gran telón negro, mantenía la tensión mientras los asistentes entregaban sus teléfonos en bolsas selladas. Aun así, la creatividad de los devotos fantasmas no faltó: muchos llevaron pulseras de luz que iluminaron la arena y marcaron el inicio de la misa negra más esperada.

En cuanto sonó Peacefield y cayó el telón, el rugido fue ensordecedor. Forge apareció caracterizado como Papa V Perpetua, acompañado por ocho Nameless Ghouls, todos en un escenario monumental de varios niveles.

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La banda sueca de heavy metal Ghost durante el inicio de su concierto en el palacio de los deportes como parte de su gira mundial Skeletour.  FOTOS: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ
La banda sueca de heavy metal Ghost durante el inicio de su concierto en el palacio de los deportes como parte de su gira mundial Skeletour. FOTOS: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ

La escenografía iluminada por una enorme cruz invertida con la “G” de Ghost brillaba como altar, y el público ya estaba de rodillas, figuradamente, ante su Papa.

La producción fue de última generación: tarimas con calaveras y huesos, vitrales que se rompían y reconstruían en pantallas gigantes, fuego y humo envolviendo la atmósfera. Desde lo alto, Papa V saludó en español: “¡Aquí vamos, México!”. Las banderas tricolor ondeaban y hasta se coló una de Colombia.

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Un setlist de culto

El setlist avanzó como una liturgia bien medida: Lachryma, Spirit, Pinnacle to the Pit y Majesty prendieron al público. En lugar de teléfonos grabando, había miles de manos en alto. Los guitarristas jugaban con la multitud, pidiendo silencio de un lado, gritos del otro, y el eco respondía como si fueran fieles bien ensayados en una iglesia de metal.

Forge saludó en español: “Buenas tardes, México, ¿cómo están?”. El público del frente le preguntó si se encontraba mejor. “Sí, gracias por preguntar”, contestó con una sonrisa. Y luego, la frase que rompió la tensión: “Fui víctima de la maldición de Moctezuma”. El Palacio entero estalló en carcajadas y gritos. El Papa V ya había absuelto la cancelación de la noche anterior.

El concierto se dividió en actos, como una obra de teatro. En el segundo, los vitrales digitales mostraban iglesias satánicas que se rompían con estruendo. Sonaron Cirice, Darkness at the Heart of My Love y Satanized. “Déjenme ver qué tan satanizados están”, provocó Forge, y el rugido que obtuvo como respuesta hizo temblar las gradas.

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La banda sueca de heavy metal Ghost durante el inicio de su concierto en el palacio de los deportes como parte de su gira mundial Skeletour.  FOTOS: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ
La banda sueca de heavy metal Ghost durante el inicio de su concierto en el palacio de los deportes como parte de su gira mundial Skeletour. FOTOS: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ

La apoteosis llegó con He Is: mientras las pantallas se reconstruían en un mosaico angelical, la figura de Jesús apareció en el centro. “Sientan esto”, pidió el cantante, y la multitud lo obedeció en silencio reverente, como si realmente se tratara de un ritual sagrado con alabanzas.

Lo sorprendente fue que la misa negra tuvo también tintes familiares. Padres cargaban a sus hijos en los hombros, pequeños papas y monjas levantaban las manos haciendo cuernos, la clásica señal metalera.

Entre fuego y humo, llegó Mummy Dust: desde lo alto comenzaron a caer billetes falsos de 666 dólares con la cara de Forge. Un asistente llamado “Kevin Jesus” apareció con una sopladora para esparcir más billetes. “Denle gracias a Jesús por hacerlos ricos”, bromeó Forge, mientras el público reía, gritaba “Thank you Jesus” y atesoraba los dólares como reliquias.

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La banda sueca de heavy metal Ghost durante el inicio de su concierto en el palacio de los deportes como parte de su gira mundial Skeletour.  FOTOS: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ
La banda sueca de heavy metal Ghost durante el inicio de su concierto en el palacio de los deportes como parte de su gira mundial Skeletour. FOTOS: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ

El final de la misa

Ya hacia el final, el Papa V anunció: “Guarden todos estos años de todas las etapas… gracias”. Y sonó Monstrance Clock, que se sintió como la última oración de un culto secreto. Pero la misa no podía terminar así.

Volvió al escenario y preguntó: “¿Quieren una más?”. El rugido fue unánime. “Qué suerte, aún tenemos algunas en el setlist”. Y entonces llegaron los himnos que todos esperaban: Mary on a Cross, Dance Macabre y la inevitable Square Hammer.

Con sombrero de mariachi, Tobias Forge recorrió el escenario saludando y despidiéndose. “Muchas gracias, México”, dijo en un español impecable. El Palacio de los Deportes explotó una última vez.

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Tobias Forge cumplió su promesa: México tuvo su misa negra, y esta vez nadie se quedó con las ganas. El día de hoy la banda tiene programa otra fecha en el mismo recinto.

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