“Ghost”, el fantasma que combate a la pandemia con amor

Sentada en su camerino del Teatro San Rafael, Lorena de la Garza recuerda que exactamente debajo de este espacio hay un salón de ensayos, donde en 1992 fue a audicionar para el musical El diluvio que viene, producido por Manolo Fábregas. Pero no logró quedarse en el proyecto; por eso es significativo que tres décadas después protagoniza el musical "Ghost", la sombra del amor, en ese mismo recinto.

“Es un regalo para esa chamaca que vino a buscar una oportunidad y que no se quedó. A esa Lorena le doy este obsequio: estar aquí de protagonista con el nombre en una marquesina. Este montaje será para mí una celebración por 30 años de carrera, por estar aquí y además con una pandemia, que es un momento histórico, tan complicado para el teatro; se conjuntan cosas interesantes”, dice Lorena de la Garza.

Después de que en marzo de este año se declaró el cierre de todos los teatros, muchos productores decidieron posponer sus proyectos o definitivamente cancelarlos. Pero al anunciarse que a partir del 27 de agosto se podía levantar el telón, el productor Morris Gilbert y la compañía Mejor Teatro decidieron seguir adelante con las audiciones y el estreno de este musical basado en la película de 1990 y que será la única producción de gran formato que se estrenará este año, el 16 de diciembre.

También lee: Manolo Caro regresa para dirigir un musical

“Estoy agradecida, primero porque no nos veíamos trabajando en medio de una pandemia, pensábamos que íbamos a regresar, si bien nos iba, a mediados del próximo año”, explica Lorena.

La actriz comparte que ella se animó a hacer la audición gracias al productor ejecutivo de Mejor Teatro, Francisco Escárcega, con quien trabaja en Mentiras, el musical. Compitió con más de mil personas que buscaban un papel en Ghost y se siente contenta de haber logrado quedarse con Oda Mae Brown, la falsa médium que sin querer entra en contacto con el fantasma de Sam, el protagonista de esta historia.

“No sé qué vieron en mí para dármelo, porque las actrices que lo han interpretado son de otra etnia y yo soy latina, tal vez la parte vocal, yo presenté mi audición como todos vía zoom y lo que presenté vocalmente les gustó, pero creo también tuvo que ver que saben que yo manejo comedia desde hace muchos años y Oda Mae es un personaje que maneja mucho la comedia”.

Una pregunta que le hacen constantemente a Lorena, es si siente presión por hacer un papel que la actriz estadounidense Whoopi Goldberg volvió emblemático en el cine, a lo que responde que no, porque la obra está tan bien escrita que sólo se ha dejado llevar por la directora Silvia Montesinos.

“Mi Oda Mae es más latina, divertida; a lo mejor lo que la gente tiene en el recuerdo de Whoopi es que sus escenas eran más calmadas dentro de la comedia, aquí voy con mucha más velocidad y todo es mucho más grande que en cine, porque me tienen que ver hasta la última butaca; no es una mujer fina, la catalogo como una latina que vive en el Bronx, así que es despatarrada en sus maneras”.

También lee: El fantasma del coronavirus acecha al musical "Ghost"

Aunque como cristiana no puede creer en una vida después de la muerte, Lorena asegura que ha tenido experiencias que la hacen considerar que cuando una persona muere, en las cosas que tocó y en los lugares que estuvo, queda cierta energía que los demás puede percibir, igual que le pasa a los personajes de Sam y Molly en la historia: al morir él, ella sigue sintiéndolo, por eso reflexiona sobre lo que pasaría si ella tuviera un don como el de Oda Mae, de comunicarse con los muertos.

“Seguramente haría cosas buenas, tal vez prevenir a alguien de una catástrofe o un daño. A veces pasa que te fuiste de tu casa peleado con un ser querido y no lo volviste a ver y quisieras decirle a esa persona todo lo que no le dijiste. Me gustaría ser el medio para comunicarle que no está enojado y está bien y feliz, sería maravilloso porque mucha gente se quedaría en calma”.

6 Meses tardó la producción del musical desde que se hicieron audiciones.

505 Millones de dólres generó en taquilla la película de 1990. La más alta ese año.

Su Oda Mae es una latina que vive en el Bronx

En su camerino procura tener sólo las cosas indispensables.