no parecía destinado a la actuación, medio donde apareció con discreción y se fue de la misma forma. Antier, a casi 21 años de su retiro en Hollywood, el artista de 95 años fue encontrado sin vida junto a su esposa , de 63, y su mascota, en su casa en Nuevo México.

El actor yacía muerto en el vestíbulo y su esposa en el baño, junto a un frasco de medicamentos. Ambos cuerpos fueron hallados con hinchazón en el rostro y momificación en manos y pies. Las causas siguen en investigación.

La historia de Hackman comenzó lejos de los reflectores. A los 16 años mintió sobre su edad y se enlistó en los marines, donde trabajó como operador de radio en China, hasta el triunfo de la Revolución Comunista, en 1949.

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De regreso en Estados Unidos siguió los pasos de su padre, editor de un periódico, y aprovechó la ayuda gubernamental para exmilitares para estudiar televisión y periodismo en Illinois. Sin embargo, fue hasta después de cumplir los 30 años que descubrió su verdadera vocación: la actuación.

El crítico de cine Enrique Sólorzano, conocido como Stividetivi, destaca este giro en su carrera que, a diferencia de muchos actores, no inició en su infancia o juventud.

“Fue un actor tardío. Antes de dedicarse a la actuación trabajó en distintos oficios pero el arte siempre lo atrajo, aunque sus padres y la sociedad no lo apoyaron”.

Sin embargo, al ingresar a una escuela de teatro le dijeron que no tenía talento, pero no hizo caso.

“Cuando finalmente decidió tomar clases de teatro en la escuela a la que ingresó le dijeron que no tenía talento, pero Hackman no permitió que nadie le arrebatara su sueño, continuó trabajando hasta que, en la década de los 60 comenzaron a llegarle oportunidades”, señala Solórzano.

Su perseverancia dio frutos en 1967 con Bonnie and Clyde, donde obtuvo su primera nominación al Oscar como Actor de reparto. La candidatura confirmó lo que él ya sabía: no tenía intención de irse.

Su consolidación

En 1971, The french connection le otorgó su primer Oscar por su papel como un policía obsesivo y violento. Luego, en 1974, protagonizó The conversation, de Francis Ford Coppola, donde interpretó a un experto en vigilancia atrapado en su propia paranoia.

El crítico Jesús Iglesias, del podcast La peli de la semana, destaca esta última película, en donde interpreta a un experto en vigilancia obsesionado con una posible conspiración.

“Uno de sus trabajos más notables fue The conversation; tuvo la mala suerte de estrenarse el mismo año que El Padrino II, lo que la opacó en premios, pero sigue siendo considerada una de las mejores de la historia, es un thriller psicológico impecable”.

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Hollywood intentó encasillarlo, pero Hackman hizo lo contrario: fue Lex Luthor en Superman, en 1978; un hombre de negocios en Mississippi burning, en 1988, y un líder cruel en Unforgiven, en 1992, que le valió su segundo Oscar. Incursionó en la comedia con The birdcage, en 1996, y halló su lugar en el cine de Wes Anderson con The royal tenenbaums, en 2001.

En 2004, Gene se retiró del cine y se dedicó a sus otras pasiones: la escritura y la pintura y se estableció en Nuevo México.

“No quería envejecer frente a las cámaras, que el público lo viera deteriorado”, explica Solórzano.

Murió como vivió: junto a su familia, lejos de los sets y las cámaras hollywoodenses.

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