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Gabriela Spanic enfrenta un dilema legal y personal: ha decidido no proceder con acciones legales contra Pablo Montero, a pesar de acusarlo de acoso sexual.
La actriz asegura que, como madre soltera con limitaciones económicas, le preocupan los posibles costos y riesgos del proceso: “Que este señor deje de hacer sus fechorías. Que por lo menos lo acepte y pida disculpas, que si es hombre para abusar de mujeres”, dice en entrevista con El UNIVERSAL.
Spanic contó el jueves en el programa Secretos de villanas, de Canela TV, que Pablo Montero le habría tocado los senos tomándola por el cuello, mientras se encontraban al interior del reality "La casa de los famosos", de Telemundo.
“Cada fin de semana nos daban alcohol. En uno de esos momentos yo entré a un cuarto de fumadores donde había cámaras. Ese señor (Montero) se metió a ese cuarto y empezó a agarrarme. Me quitó el cigarro de la boca, me agarró los senos, me agarró por el cuello; estaba muy pasado de copas”, detalla.
“Empecé a gritar. Fui al confesionario. Verónica Montes fue la única que me apoyó. Estaba muy mal, porque era alguien que conocía desde hace mucho tiempo; me caía muy bien. Fue un abuso de confianza, fue algo muy fuerte”.
Spanic cuenta que no contó de lo ocurrido por mucho tiempo debido a motivos personales y laborales, y no fue hasta que tuvo apoyo emocional que decidió hablar.
“Mi gente cercana me decía: ‘No lo cuentes porque Telemundo es una cadena muy grande y nunca más te van a contratar’”, explica.
“Pero yo dije: ‘No tengo por qué quedarme callada’. Claro que tuvimos que desahogar muchas cosas en terapia. Tuve una depresión muy fuerte por lo que viví allá adentro (La casa...), pero mi terapeuta me dijo: ‘Si quieres contar tu historia, ha zlo. Todo ser humano tiene derecho a una vida digna’. Por eso lo hice”, cuenta.
Sin embargo, su decisión de no tomar acciones legales es firme: “Que ellos se queden con su karma. Yo me concentraré en mi trabajo. Tengo que sacar adelante a mi hijo. Conté mi historia y me siento liberada. Ahora recibo muchos mensajes de apoyo de mujeres que han pasado por algo similar y me quedo con eso”, asegura.
Se siente ignorada
La actriz dice que sigue sintiendo impotencia al ver la reacción de Pablo Montero, quien ha negado las declaraciones e incluso realizado publicaciones en redes sociales como si ella no hubiera hablado de lo sucedido públicamente.
“Ahora él se lava las manos. Qué feo, porque para defenderte tienes que tener millones. La gente no tiene ni idea de lo que es pasar por esto. Aunque todos estuviéramos tomados no era razón. Me abusó, querer agarrarme a la fuerza, tocarme. Hubo favoritismo y lo encubrieron, y ahora se lava las manos”, apunta.
Ahora, asegura que sólo piensa en cómo su decisión puede influir en otras mujeres que le han mostrado su apoyo con mensajes directos en redes sociales.
“Que no se queden calladas. A mí me pasa esto que pudiera defenderme, pero me da pereza. Tengo un hijo y tengo que sacarla adelante. La gente humilde lo que debe hacer es contar su historia, no ocultar, no guardar silencio. Porque guardar silencio te hace cómplice del agresor”, aconseja Spanic.
EL UNIVERSAL buscó a Montero para tener su punto de vista, a través de su oficina de representación, sin obtener respuesta.