puso de moda los rituales religioso cinematográficos con en "El exorcismo de Emily Rose" y "Siniestro"; jugó con el tiempo en "El día que la tierra se detuvo" y siguió asesino seriales en "Líbranos del mal", pero nada lo preparó para la película más difícil de su carrera, que lo alejó medio año de los set: "Dr. Strange".
El realizador narró en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, que el hechicero supremo le significó un inmenso cansancio físico, concentrado durante dos años en el proyecto de Marvel de 2016, cuya reciente secuela produjo.
"Es como enlistarse en el ejército e ir corriendo cuesta arriba, desde que te levantas, durante dos años, estás con mucho esfuerzo, pero eso lo que te demuestra es que se tiene una gran disciplina en esas películas y si no se tiene, se nota eso.
"Me acuerdo de Robert Downey Jr (Iron Man) que fue a la premier de esa para apoyarme y me preguntó si ya me había divorciado y que había sobrevivido (risas). En esas películas sales hecho de acero o hecho polvo. Son películas muy especiales, pero es maravilloso, me encantó hacerla, aunque luego tomé una siesta de seis meses para recuperarme", indicó
Recordó que cuando fue llamado por los estudios para hacerse cargo de la historia, él fue quien propuso que en las cintas de Strange nada se destruyera o hubiese armas, algo tradicional en el género.
"Quería aportar un nuevo nivel de lenguaje cinematográfico y creo lo logré y quizá eso lo veamos en las siguientes películas: yo quería proteger e introducir la espiritualidad de Dr Strange, me encanta ese comic por ser oscuro y extraño, pero tiene esa sensación espiritual. Era decir: qué pasaría si no se destruyen cosas y cuando el estudio me dijo que eso no se había hecho, dije, por ahí es", detalló.
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Derrickson está en esta ciudad para promover "El teléfono negro", su más reciente filme de terror, en el que un adolescente secuestrado comienza a recibir llamadas misteriosas en un aparato de esos, de anteriores víctimas.
La cinta se estrena el próximo 23 de junio en salas nacionales, siendo ayer su premier en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
Los noveles Mason Thames y Madeleine McGraw encabezan el reparto junto con el experimentado Ethan Hawke en el papel de villano.
"Es la más emotiva que he hecho, pero no necesariamente la pensé así desde el principio. La película tiene dos orígenes: un cuento de Joe Hill (hijo de Stephen King) y los recuerdos de mi niñez, de cómo era el norte de Denver de 1978 y mi familia", cuenta.
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