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Fernando Soler fue la imagen perfecta de la autoridad familiar en la Época de Oro del cine mexicano, interpretó en muchas películas a una figura paterna autoritaria, recta y moralista; fue el papá de Pedro Infante en “La oveja negra” y “No desearás la mujer de tu hijo”, cintas en las que encarnó a Cruz Treviño Martínez de la Garza, un hombre machista y enérgico que se enfrentó a su propio hijo.
Para Soler, perteneciente a una de las familias actorales más brillantes de la historia del cine en México, estas dos cintas fueron de lo mejor que hizo a lo largo de su prolífica vida artística en la que actuó en al menos 100 películas, su andar artístico comenzó cuando era un niño e inició en el teatro junto a sus hermanos Andrés, Domingo y Julián.
Fernando Soler adoptó para siempre en el cine la figura madura severa y paternal, lo hizo en cintas como “Cuando los hijos se van”, “Una familia de tantas”, “El dolor de los hijos”, “Cuando los padres se quedan solos” y “El gran calavera”, películas donde interpretó a un arquetipo de padre decente, recto, estricto y casi siempre inflexible.
Encarnar bien sus personajes fue su objetivo, así lo dijo en una entrevista para EL UNIVERSAL:
"Yo únicamente estudio, trabajo. El público es mi mejor juez, aunque he de confesar que la crítica de esta ciudad me ha tratado con mucha gentileza. ¿De mí? Poco tengo que hablarle de mí mismo. Soy enemigo del autobombo, pero en fin, mis personajes, mis tipos, mejor dicho, son estudiados cuidadosamente, una vez que logro el dominio de ellos los personalizo, ese es mi secreto", confesó.
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Fernando Soler, el papá que humilló pero también quiso a Pedro Infante
En enero de 1950, en las páginas de este diario se anunciaba la proyección de la película "La oveja negra”, dirigida por Ismael Rodríguez, el estreno fue en el cine Orfeón, ubicado en la calle Luis Moya, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el recinto tenía una sala con capacidad para más de 4 mil personas.

El cartel en blanco y negro mostraba de un lado al personaje de Fernando Soler, Cruz Treviño Martínez de la Garza, y del otro lado a Pedro Infante, quién encarnaba a su hijo Silvano Treviño. La esposa de Cruz Treviño fue interpretada por la actriz cubana Dalia Íñiguez, quién le dio vida a Viviana, una mujer sumisa que con tal de que su esposo no la abandonara le perdonaba malos tratos e infidelidades.
La familia Treviño intenta superar la conducta responsable de don Cruz, un padre errático con numerosos defectos que contrastan con la personalidad de su hijo Silvano un joven incapaz de juzgar a su propio padre. Pedro Infante el hijo, quien se daba cuenta de la situación familiar, soportó los malos tratos de un papá autoritario, a quien finalmente enfrentó en un duelo casi a muerte.
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“El público conmovido aplaude el fantástico mano a mano entre Fernando Soler y Pedro Infante”, se lee en el cartel; Fernando Soler reconoció la gran dupla que hizo con Infante, quien en un inicio tenía temor de trabajar junto a Don Fernando Soler, toda una institución actoralmente hablando.
Fernando Soler se sumó a la lista de admiradores de Infante, entre ellos se dio una relación fraterna, como si en realidad hubieran sido padre e hijo, así lo contó Ismael Rodríguez; Soler recordó en una charla televisiva lo “mal” que trató a Pedro en el papel de su padre.
“A Pedro Infante, pobrecito, le pegué, lo desherede, le grité hasta donde pude en la película que quizás sea mi película predilecta, ‘La oveja negra’”, se sinceró.

En “La oveja negra”, Cruz Treviño Martínez de la Garza dice dos frases que revelan su autoritaria e inflexible forma de pensar.
“Los padres no piden perdón”.
“Algunas veces me he preguntado si seré el Diablo; ya no me lo pregunto más porque yo creo que sí, yo soy el Diablo… pero un pobre diablo”.
De su vida personal poco se conoce pues aunque fue un hombre abierto de gran corazón cordial y sencillo poco hablaba de su vida privada; en 1946 contrajo matrimonio con la actriz Sagra del Río, el matrimonio no tuvo hijos, y aunque el actor no habló públicamente del motivo, fue en decenas de ocasiones el papá de varios en el cine.
“Con Sara García tuve cantidad de hijos”, bromeó Soler en una charla en la que habló del cine mexicano, cine en el que es considerado el mejor actor de habla hispana, y es recordado como el papá autoritario que cacheteó y humilló a Pedro Infante.
rad
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