Federica Quijano considera que la sociedad necesita más educación para comprender mejor a las personas que viven con autismo.
La integrante del grupo Kabah asegura que la falta de información fue una de las razones por las que se hizo diputada (cargo que ocupa desde 2021) y por la que está en sus planes reelegirse.
“Como parte de la comisión de los grupos vulnerables por primera vez en la Cámara abrí la comisión de autismo y salud mental, que no existía, tres de las iniciativas más importantes ya las veo en la calle, por eso quiero reelegirme, porque hay mucho por hacer. De cien (personas) que nacen dos son con autismo”, dice a EL UNIVERSAL.
Mamá azul
Quijano experimenta en su día a día el hecho de vivir con una persona con autismo. Su hijo Sebastián se encuentra dentro del espectro autista y recién la semana pasada el adolescente atravesó por una crisis que llevó a la cantante al hospital.
Federica detalla que está acostumbrada a este tipo de situaciones en las que el joven de 16 años —quien mentalmente es como un niño de seis— se mueve bruscamente y se golpea; lo que nunca había pasado es que la golpeara tan fuerte a ella como para desgarrarle un tendón.
“Estamos acostumbradas a que nos pellizque, patee, muerda, pero hace poco bajó enojadísimo y normalmente lo que hacemos es echarle agua fría, que es lo que nos sugiere el neurólogo para cambiarle el chip y pueda volver a resetearlo y bajarle lo molesto”.
Sin embargo, su hijo le dio un golpe en el brazo por lo que fue al hospital para hacerse una radiografía y resultó tener una tendinitis, razón por la cual debe guardar reposo.
“A veces el dolor físico no te importa y te duele más el corazón. Ver a tu hijo atacándote o entrando en crisis no es nada fácil y más cuando ya pasaste por esa etapa y ya está tranquilo, cuando de repente empieza de cero”, dice Federica, quien detalla que este tipo de cosas suceden en su familia desde que su hijo tenía ocho años.
“Mi hijo nunca va a cambiar, va a ser así siempre y tengo que tener una expectativa real, no a lo mejor emocionarme de que algún día cambiará y eso pega más en la parte del corazón, que es lo que duele físicamente”.