Fernando del Solar
salió de una cuarentena en el hospital para entrar a otra en su casa por la pandemia por Covid-19 . Aún así, dice, es mucho mejor estar cerca de sus hijos y de su pareja, leer, comer algo rico. Desde enero, el conductor ha trabajado en el proceso de recuperación de su salud, lo cual ha sido más llevadero gracias a sus seres queridos y a su sentido del humor, aunque a veces decae en ánimos.
“Fíjate que el sentido del humor es de las cosas que siempre me han ayudado a salir adelante, inclusive en los peores momentos o en los más difíciles, el poder reírme de mí mismo o de la situación es lo que me ha ayudado a quitarle tanta solemnidad al tema por el que estaba pasando, a una enfermedad terminal o el peligro de muerte o la terapia intensiva, el poder reírme de la desgracia me ayudaba a no tener que hacerlo más pesado”, dijo a EL UNIVERSAL.
Después de una larga lucha contra Linfoma de Hodkin , que superó pese a todos los pronósticos, Fernando se recuperó y dejó el hospital, pero en diciembre pasado tuvo una recaída por una infección por cándida (un hongo). Cuando llegó al hospital iba con una fuerte neumonía producto del hongo, y los antivirales que estaba tomando no le estaban haciendo nada, mientras que las esporas seguían esparciéndose por sus pulmones, lo que ocasionó que se le endurecieran.
“La verdad es que en un principio sí estaba enojado, enojado con la vida, con la situación, me decía ¿otra vez vuelvo a pasar por eso? ¿qué acaso no aprendí la lección?, lo que se me vino a mostrar, a enseñar, siento que El Jefe trabaja de maneras extrañas, que uno no logra entenderlo. Entré al hospital un 21 de diciembre, estuve sedado muchos días, más de 30 en los que me hacían estudios, biopsias, tratamientos. La vez pasada había estado en un coma inducido pero en la sedación, como ahora, también te vas, es como estar en un sueño profundo”.
Recordó que cuando recobró el conocimiento, no sabía cómo es que había llegado al hospital, ni cuánto tiempo había pasado.
“Lo primero que vi es que tenía las manos atadas a la camilla, me dijeron que lo que yo hacía en momentos de lucidez era querer arrancarme todo cuanto tenía, porque tenía agujas y todo. Comencé a cobrar un poco más de confianza y es empezar de cero otra vez, es como volver a nacer después de 40 días de estar completamente acostado, de ser alimentado con sonda, suero, el cuerpo se atrofia, no podía comer”.
Cuando salió del hospital, Fernando había perdido 20 kilos de su peso, no tenía músculos, ni fuerzas para caminar, tuvo que reconstruir su salud y su ánimo por completo, un proceso en el que la gente y sus familiares han jugado un papel indispensable.
“Me acuerdo que el primer hielito que me ponían en la boca o una gasa con agua era como un elixir, fue como comenzar a valorar todo otra vez, me quitaron al traqueotomía y vuelves a empezar, tienes que volver a acostumbrar al cuerpo a deglutir, a beber y ni te cuento cuando me levantaron la primera vez para caminar, había perdido 20 kilos, no tenía músculo, y bueno, fue ayudarme con enfermeros, no te puedes bañar solo, tienes que aprender a valorar muchas cosas que uno da por hecho”.
En abril reapareció en sus redes sociales haciendo una transmisión en vivo por Instagram y Facebook , una sorpresa para muchos seguidores que no dejaron de ponerle la frase que lo ha caracterizado: ¡arriba los corazones!, es por ello que el conductor decidió tomar un poco más en serio la posibilidad de estar comunicado con sus seguidores por esas vías y desde entonces, ha subido algunos videos.
Este miércoles, Fernando subió un pequeño video donde invitó a ver La Resolana el próximo sábado, con El Capi Pérez, donde aparecerá. Su imagen delgada causó mucho revuelo entre los internautas, pero hoy, tomando con humor nuevamente las cosas, Fernando escribió un tuit con un video de los hombres que bailan con ataúdes y el mensaje:
“Esos muchachos han venido unas cuantas veces a buscarme... siempre que llegan los invito a pasar, bailamos un rato y los convenzo de que hoy no es el día! Así vamos quitándole un poco de solemnidad a la cosa “.
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