Más Información
La participación de Adrián Marcelo en "La casa de los famosos México" generó diversas controversias, principalmente por actitudes y comentarios que muchos usuarios han calificado como machistas y que, además, minimizan la violencia contra las mujeres.
Uno de los momentos más polémicos ocurrió tras la eliminación de una concursante el domingo pasado, cuando el influencer hizo el comentario: “Una mujer menos para maltratar”, lo que provocó risas en su equipo, pero en el mundo real una oleada de críticas en redes sociales. En otro episodio, Marcelo bromeó sobre lanzar agua hirviendo a la cara de una competidora e incluso darle patadas, intensificando así el rechazo hacia él, especialmente en el contexto de violencia de género que enfrenta el país.
Además, el comediante causó indignación en los primeros días del reality al referirse a la salud mental de la actriz Gala Montes, quien padece ansiedad. Este hecho fue aún más cuestionado debido a que Adrián es graduado en psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León, llevando a muchos usuarios a creer que usaba sus conocimientos para manipular psicológicamente a la protagonista de "El señor de los cielos".
Para analizar el impacto de los comportamientos del comediante en la audiencia, EL UNIVERSAL consultó a dos expertas en psicología y derecho con perspectiva de género.
Valeria Mondragón, abogada penalista, asesora jurídica de víctimas de violencia de género en la colectiva Chinaca Feminista y parte de la Red Digna Ochoa, explica el trasfondo de los comentarios considerados machistas en el ámbito público: “Se da cuando un hombre con alcance o que se desarrolla a través de medios de comunicación fomenta una idea negativa de lo que es ser hombre. Decir que una mujer tiene mayor o menor valor por tener ciertas características, reforzar la idea de que las mujeres son débiles o están locas, o emitir burlas por la salud mental de las personas o (mencionar) que se puede controlar si tú así lo decides, es una forma de ser machistas”.
La licenciada, graduada de la UAM Azcapotzalco, precisa que no se deben trivializar temas tan serios, ya que estas enfermedades requieren acompañamiento terapéutico y un proceso más complejo.
Por su parte, Karen Martínez, psicóloga clínica que ha trabajado con grupos vulnerables en temas de violencia de género y miembro de la Secretaría de la Mujer, comentó que desde esta institución se percibe el machismo en el ámbito público como una preocupación importante. “Las imágenes o figuras públicas emiten discursos de odio que denigran a las mujeres, y eso es preocupante, ya que los seguidores tienden a replicar esos mensajes porque creen que está bien por el simple hecho de venir de una persona pública. No se dan cuenta de que estos discursos se están normalizando”.
Al cuestionarlas sobre las características o comportamientos típicamente identificados como machistas, la experta en salud mental, egresada del Centro Universitario Emmanuel Kant, destacó que algunos de estos rasgos incluyen declaraciones que minimizan el valor de lo que dicen las mujeres, bajo la suposición de que los hombres siempre tienen la razón. Además de “comentarios o actitudes violentas justificándolas con un hecho de humor”.
Ayer, 4 de septiembre, antes de la salida de Adrián Marcelo del reality y mientras se desarrollaba la gala en LCDLFM, se desató un conflicto entre Gala Montes y el influencer. La conductora del programa, Odalys Ramírez, lo interrogó sobre su comentario luego de la eliminación de su compañera Gomita. La actriz acusó a Adrián de misoginia en respuesta a su intento de justificar la frase “una mujer menos para maltratar”, que él había calificado como una ironía.
La visión patriarcal de los comentarios machistas
Valeria Mondragón señaló que los comentarios machistas reflejan una visión patriarcal que minimiza las capacidades o logros de las mujeres. Citó ejemplos como “creer que las mujeres deben ocuparse exclusivamente de las tareas domésticas o de los hijos, o hacer bromas sexistas sobre su apariencia”.
Esta semana, en el canal de YouTube de Adrián, su equipo publicó un video explicando los eventos recientes del reality, especialmente los ocurridos tras su nominación. En el video, se decía que la paz de la casa se rompió cuando exhibieron a Gala y a la venezolana Briggitte Bozzo como “unas huevonas y cochinas” por no colaborar en las labores domésticas”. El video acusaba a Gala de iniciar el conflicto con “palabras vulgares”, en lugar de resolverlo como “una persona adulta”, como supuestamente le había propuesto Adrián. Sin embargo, también incluía insultos hacia la actriz, llamándola “típico de señora argüendera y peleonera que le frustra que le digan sus verdades” y “ardida”. Aunque se mencionaban comentarios negativos de otros participantes hombres, la imagen de Gala fue la más dañada, y se concluyó con: “Gala, si tú no le creíste nada a Adrián, las feministas a ti menos”.
Sobre el impacto de estos comentarios en la percepción general de la igualdad de género, Valeria Mondragón explicó que, aunque la sociedad cree que los índices de machismo han disminuido, en programas como este se siguen perpetuando estereotipos de género y violencias misóginas, lo que provoca desinformación y un doble discurso. “No queremos ser jueces de lo que se debe o no decir, pero tampoco podemos ignorar que este tipo de actitudes influyen en las personas que ven televisión, y esas violencias se reproducen al considerarlas normales”, subrayó Valeria.
Karen Martínez complementa que, en ocasiones, cuando figuras públicas cuentan con estudios en psicología o comunicación, “asumen que, por tener esa preparación y no tener una perspectiva de género, pero sí tener muchos seguidores, todos los discursos que den están bien”.
¿Hay límites en la comedia?
Finalmente, Mondragón aclaró que lo que Adrián Marcelo hace no es humor negro ni comedia: “Lo que este personaje hace es violencia de género y violencia psicológica, que puede desencadenar en otras formas de violencia, como la violencia familiar o incluso el feminicidio. La violencia no debería ser motivo de gracia ni justificación”.
Karen Martínez concluye que para ella, una medida correctiva sería cerrar las cuentas públicas de estos personajes, ya que es donde se siguen difundiendo mensajes de odio: “Más que aportar a la sociedad, la están afectando”.