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La noticia del fallecimiento de Rebecca Jones conmovió al mundo del espectáculo. Ella murió a los 65 años luego de una dura batalla contra el cáncer de ovario. La actriz y productora le venía haciendo frente a la enfermedad desde el 2018. A fines del año pasado había quedado hospitalizada y por diversas complicaciones no llegó a recibir el alta.
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En los últimos años fue Maximiliano, el hijo de Rebecca Jones, uno de sus más fieles escuderos. En cuanto ella comenzó a empeorar pronto se trasladó a su departamento de su madre. Desde el día en que se enteró que su madre tenía cáncer, él asumió el control de ayudar a la actriz en su batalla.
Incluso, Alejandro Camacho se deshizo de elogios para su hijo por los cuidados y el rol que cumplió todos estos años. “La integridad, la fuerza, la inteligencia y la integridad de Max han hecho que Rebecca ahora esté viva”, sostenía el ex de la actriz el año pasado antes de que quedara internada. Pese a que hacía tiempo estaban separados él también estuvo muy presente.
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Sin duda, el hijo de Rebecca Jones fue un gran compañero en esta lucha que la actriz llevó adelante. Maximiliam se había mudado con ella a su lujoso departamento de Polanco para que nada le faltara. La actriz solía compartir varios de los espacios de su residencia desde sus redes sociales. Desde allí dejó ver cada vez que pudo cuáles eran las áreas en las que más le gustaba pasar el tiempo.
El buen gusto y la elegancia de Rebecca Jones estaban plasmados en cada uno de los espacios de su departamento. Los grandes ventanales abundaban mientras que la sala de mimbre siempre sabía captar la atención de sus seguidores. En la mayoría de las fotos que ella publicaba abundaban las flores, los cuadros y las plantas.
