Durante sus inicios, Lola Cortés llegó a dudar de sí misma ante las demasiadas críticas que recibía por su desempeño profesional y por su aspecto físico, algo que la desestabilizó mucho, afectando su autoestima al principio de su trayectoria artística.
Sin embargo, en vez de “tirar la toalla” fue tenaz para demostrarle a las personas que le dijeron que no que ella podía triunfar a pesar de que todos le pusieron el pie en su camino, declaró en entrevista.
Pese a que -en principio- se sintió como una inadaptada porque le decían que no era actriz, ni cantante, ni mucho menos que bailaba, se enfocó en prepararse para mejorar sus habilidades en la actuación, el cantó y así lograr mejores resultados en escena.
“Mucha gente sabe lo que pasé en el día a día, esta parte de que cantas demasiado, cantas mucho, estás muy bajita, tienes el cabello corto, te comes las uñas, era una tras otra, tras otra, tras otra. Llegué a dudar de mí, llegué a dudar de mi voz, de mi estatura, de mi cuerpo, mientras yo seguía estudiando y estudiando”.
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Recordó que. fue en 1997, cuando empezaron a abrirle las puertas del teatro con la puesta escena “La Bella y la Bestia”, pero varios años antes de despuntar con este proyecto, casi nadie le daba una oportunidad de trabajo, ni televisoras, disqueras o representantes, simplemente porque no creían en ella.
“¡Qué plantón! Fue en 1989, había dejado los discos, todavía hice un disco más, pero intentarlo era imposible. No había disquera, ni televisora que me pudieran aceptar, no había radiodifusora que me aceptara, fue imposible, todos los representantes me decían que no, que no funcionaba, que no servía, que las cantantes no tenían que cantar, que me tenía que operar, ha sido una carrera de picar piedra”, contó.
Para superar todo esto tuvo que tomar terapia profesional, conoció a muchas personas a quienes les contó todo lo que le hicieron en su vida, los momentos en que los arruinaron todo, que la exprimían y toda la gente que le dijo que no.
“Hay muchas (de esas personas) que desafortunadamente ya no están, pero estoy segura que su energía está por aquí y está viendo que lo estoy logrando”, aseguró.
Una de esas personas fue su madre, Dolores Jiméne, que la motivaba para no darse por vencida: "Dolores no lo dejes, por favor Dolores ve a las clases’. Estoy segura que gracias a ella yo sigo aquí”, opinó.
La crítica de "La Academia" tuvo disculpas de muchas personas a quien fue a reclamar cuando ya estaba consciente del miedo que tenía al salir del escenario, pero que con terapia pudo superar y salir adelante.
En el reality show en el que trabaja los sábados y domingos se vio reflejada con la alumna Rubí a quien en muchas ocasiones se le ha dicho que canta mal, pero aún así ella muestra disciplina e intenta hacerlo mejor en cada presentación.
“Creo que esta chava si no nos ha contestado es porque ha tenido la disciplina de callarse la boca y eso se llama disciplina. Hay otras que tienen vocerrones que vienen a contestarnos, no llevan ni el uno por ciento recorrido de la carrera y ya se sienten lo máximo”, concluyó.
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melc