Madrid.— No es casualidad que Leonardo Ortizgris haya encontrado en Madrid, su nueva casa, un autor como Jorge Volpi y en Cecilia Suárez (también afincados en este lado del Atlántico) a los mejores cómplices en cuestión de arte.
El resultado: el duelo teatral Cecilia Suárez y Leonardo Ortizgris: Frente a frente, creado y dirigido por Jorge Volpi, escritor mexicano que acaba de publicar el libro La invención de todas las cosas. El montaje se presenta actualmente en La Casa de México en España.
Lo que Leo destaca es cómo, a través de la complicidad que se creó entre los tres, Jorge logró materializar la fina línea que existe entre la realidad y la ficción.
“Ceci y yo buscamos a Jorge para que nos guiara. La propuesta de Volpi fue que nos reuniéramos en casa de Cecilia por las mañanas para charlar mientras cada día, cada uno, se encargaba de preparar el desayuno”, contó Ortizgris a EL UNIVERSAL en la cafetería del Museo Reina Sofía, en Madrid.
Después de sólo tres días de escuchar a ambos actores debatir sobre diversos temas e ideas, “muchas de ellas diametralmente opuestas sobre México, la política y la profesión”, se fue creando un espacio íntimo.
A los tres días, el autor les dijo que ya tenía la idea escrita. Y es que mientras los histriones expresaban sus visiones, su observador tomaba notas sin descanso.
Para Leonardo, tablas como ésta son aquellas en las que, considera, encuentra el mayor sentido del por qué hace ficción.
“Por la oportunidad de vivir un mundo alterno, igual de verdadero que el que habito. Jugar a ser otro. Crear universos, es lo que más disfruto cuando actúo”.
No es un actor pasivo. Busca las oportunidades, pues según explicó, fue él quien, al conocer a Cecilia en una comida sorpresa en el barrio madrileño en el que vive, le propuso hacer algo juntos.
“La aceptó de inmediato y lo primero que pensó es que había que buscar autores”, remarca. Y no se equivocaron en buscar a Volpi, el resultado ha sido un éxito.
“Trabajar con ambos ha sido una experiencia genial por el desafío y el riesgo del juego escénico. Yo confío mucho en Cecilia y me encantó ensayar con ella porque lo que más echo de menos al hacer cine es la preparación que da el teatro”.
Es imposible no ver en esta obra un ejercicio más de la tesis que plantea Volpi en su nuevo libro, La invención de todas las cosas. Así surge la pregunta de cuál es la mejor ficción que Leonardo se ha inventado para definirse.
“La carrera del actor es sorprendente y muy cambiante. Habitas lugares que jamás pensarías que existen en tu interior y también en el exterior. Por eso en mi ficción intento ser paciente”.
Sus planes
Entre los planes de Leonardo está hacer algo más con Cecilia; también ha escrito dos obras de teatro y espera regresar a la escritura cuando pase la etapa de crianza en la que se encuentra volcado.
Lo que sí quiere impulsar pronto es la puesta en escena de una obra para niños que escribió y dirigió en México titulada ¿Cómo se llama?, que habla sobre la pérdida.
“Siento que en España el teatro para niños es muy básico. Y para mí, la obra es familiar. No la llamo infantil, porque normalmente a ese tipo de proyectos el papá va a quedarse dormido”.
El actor es consciente de que en los últimos años han llegado muchas figuras de la cultura mexicana a vivir a España, pero hasta ahora había querido aislarse de todo.
“Aquí algo que he disfrutado es mi relación con otros sectores, en el nuevo entorno en el que estoy me rodean españoles, árabes y latinoamericanos, por supuesto, de otras profesiones”.
Además, el acento fue un problema: “La mayoría de los directores de teatro ni siquiera se plantean que un mexicano que no hable como español actúe aquí. Durante mucho tiempo hasta los mismos españoles tenían que hablar como madrileños para trabajar”.
Sin embargo, ante la adversidad, la creatividad crece y es así como surgió Frente a frente con Cecilia y Volpi. “Me siento muy contento de ser un provocador, ¿no? De seguir generando que esto suceda”.