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Hasta ayer, ningún evento masivo de música en México había dedicado todo su line up a celebrar a la mujer, y la primera edición del Festival Hera no sólo rompió ese paradigma, sino que lo hizo en un ambiente donde la sororidad y la fuerza femenina se hicieron evidentes sobre y bajo el escenario.
Ellas dieron cátedra de muchas cosas: de música poderosa, mensajes con sentido, orden e inclusión, pues el evento —al que acudieron 48 mil 300 personas— fue diverso: chicas cis y trans, personas LGBTQ+ y hombres hetero cis, infancias, todos coreando himnos y celebrando una velada a la que incluso la lluvia de días recientes dio tregua.
“Sin nosotras no hay nada, ¡arriba las mujeres!”, gritó Danna, una de las cantantes que más acaparó las miradas de la noche.
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“Quiero agradecer y felicitar a todas mis compañeras que se han presentado hoy y a las que se están presentando en este momento. Es un día muy especial y ustedes lo están haciendo posible”, reconoció al inicio de su presentación en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
A Danna no le preocupó eso que antes llamaban “Mala fama”, por eso, inició su show con esta canción, bailando libre, con mirada agresiva, un atuendo sensual, acompañada de bailarines que se movían a sus pies.
“Aprendí a olvidarte” fue la canción con la que continuó celebrando su independencia, algo que cientos de chicas acompañaron con su voz, dedicada a los hombres que se fueron, a los que les aclararon que las extrañarían. Fue un himno que corearon completo.
Con un reggaetón en el que bailó pegada a bailarinas mujeres, cantó: “No necesito odiarte ni te hagas tan importante”. Luego, invitó a una de sus fanáticas a subir al escenario y le ofreció un shot para olvidar a otra expareja, mientras coreaba el mismo tema: “Un trago pa’ olvidarte y otro pa’ desearte lo mejor”.
“¡Sí se puede y los sueños se cumplen! No voy a permitir que nadie me baje de donde estoy, porque nuestro poder es inmenso. Muchísimas gracias, ustedes han hecho que hoy sea la mujer poderosa que soy, los amo”, les dijo Danna.
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Abrazan el corazón de Demi
”No puedo creer que pueda regresar. México, los he extrañado mucho”, dijo una agradecida Demi Lovato al pisar el escenario del Hera después de siete años de ausencia en la Ciudad de México.
Vestida completamente de negro, la cantante estadounidense proyectó una energía constante y segura, reflejando la transformación personal que ha experimentado en los últimos años.
A pesar de la lluvia que había caído y el riesgo de resbalar, Lovato no permitió que eso interfiriera con su actuación. Moviéndose con determinación por el escenario, poco a poco fue soltándose, conectando con su público.
Su set estuvo cargado de emociones y de una evidente gratitud hacia sus fanáticas mexicanas. Aunque al inicio interactuó poco, enfocándose en la música, cuando se dirigió a ellas fue con un mensaje sincero de aprecio.
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“Es un gusto estar de regreso con mis fans mexicanos, gracias por siempre acompañarme, esto es para ustedes”, dijo, provocando una ola sincera de aplausos y gritos entre la multitud.
Demi también mostró su versatilidad artística al dominar el escenario, no sólo como vocalista, sino tomando un instrumento y controlando la dinámica de su show.
A medida que la noche avazó, se despojó de la seriedad inicial y dio paso a una actitud más relajada, bailando al ritmo de canciones más alegres. El clímax llegó cuando interpretó su colaboración con Grupo Firme, logrando que sus seguidoras se entregaran con su voz al ritmo de toques de trompetas y electrónicos característicos de la música regional y urbana.
Ximena cumple su sueño
Sariñana, una de las impulsoras y organizadoras del Hera, subió al escenario con el peso de haber sido parte de la creación de un evento que busca ser un antes y un después en la industria.
“Hoy es un día histórico para la ciudad”, proclamó al inicio de su presentación, consciente de que el festival no sólo celebraba el talento femenino, sino que visibilizaba el esfuerzo y la dedicación de las mujeres en un espacio tradicionalmente dominado por hombres.
Con su característico estilo, Ximena fue agradeciendo a las asistentes, quienes coreaban sus canciones y permanecían firmes incluso bajo la amenaza de la lluvia.
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“No saben la felicidad de que estén aquí celebrando el talento femenino”, expresó emocionada, mientras compartió sus temas emblemáticos, llenando el escenario de una energía cálida.
Uno de los momentos más significativos llegó cuando invitó a Paty Cantú al escenario. Juntas, las cantantes compartieron un momento de sororidad que reflejó perfectamente el ambiente.
La sorpresa fue recibida con ovaciones por las fanáticas. A pesar de la lluvia que cayó durante su set, las mujeres presentes no se movieron. Ximena celebró la fuerza que las unía en la jornada, en la que también destacaron otras artistas como Yahritza y su Esencia, María Becerra y, más tarde, Evanescence y Camila Cabello.
