
Más Información

“Nunca más un INAH de puertas cerradas y lejano de la gente”: Joel Omar Vázquez Herrera, nuevo director general del INAH

Polémicas marcan gestión de Diego Prieto al frente del INAH; Tren Maya y caso Mr Beast son algunas de los casos
La mente de Roberto Gómez Bolaños imaginó, entre 1976 y 1981, una treintena de canciones en las que daría vida lo mismo al Chavo del 8, que al Chapulín Colorado y, por supuesto, al Doctor Chapatín.
Al primero lo puso hablando con Don Ramón, quien le ofrece una torta de jamón en “No me lo van a creer”; al segundo le dio el tema donde se le describe como "más ágil que una tortuga y más fuerte que un ratón", mientras que al último, le dio la canción “La ciruela pasa”.
Pero fue más allá y dio composiciones al resto de los personajes de la Vecindad: así puso a cantar a Doña Florinda y al Profesor Jirafales en “Los cursis”; a Don Ramón y El Señor Barriga en “Mucha suerte matador” y a la Chilindrina en “Jóven aún”.
Lee también La razón por la que ningún comediantes de la época quiso ser el "El Chapulín Colorado"
Y cada Día de Muertos, en los tianguis, no falta en los acoplados apócrifos con música conmemorativa la canción de “Las brujas”, interpretada por Don Ramón y La Bruja del 71, en la que se da una posión mágica: “patas de mosco zancudo, uñas de gato sangrón, picos de pájaro zurdo, cuernos de chivo panzón, ojos de cuervo dormido, colas de rata y ratón y los colmillos molidos de un jabalí cachetón”.
Las canciones fueron creadas para tres álbumes editados por Fontana/Polydor que se colocaron en los primeros lugares de venta, e incluso, algunos de ellos puestos en las fiestas infantiles no sólo familiares, sino de los jardínes de niños mexicanos.
El primer disco, “Chespirito y sus canciones, ¡No contaban con mi astucia!”, salió en 1976 y es el mismo que muestran en la serie de “Sin querer queriendo”, el cual tiene como figura central el rostro de El Chapulín Colorado, estando colgados de sus antenitas de vinil caricaturas del Chavo del 8 y el Doctor Chapatín.
El segundo álbum, de 1979, lleva por título “Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo”, ilustrado con una fotografía de los personajes principales de la serie, con la ausencia de Quico, cuyo intérprete Carlos Villagrán había firmado con otra disquera.
La trilogía cerró en 1981 con “¡Eso, eso, eso!”, quizá el álbum menos conocido del comediante.
Hay un cuarto disco que ha causado confusión por aparecer los personajes de la vecindad, pero en realidad son canciones de otros autores. El disco es “Primer Festival de la Canción Infantil de Radio Variedades”.
En internet los discos originales en vinil tienen un costo, dependiendo su estado, entre los 300 y mil 200 pesos.
Lee también ¿Por qué el personaje de "La Chilindrina" no pertenece a Chespirito?
Noticias según tus intereses
ViveUSA
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario
