Marco Antonio Solís es inamovible, pero El Buki ha expandido sus terrenos. En Internet, por ejemplo, su imagen es ya como la de una estampita sagrada que sirve, al menos en Twitter, para que miles reflexionen o se rían.
El 25 de marzo pasado, por decir una fecha, publicó: “Está muy cerca la Semana Santa. Salvo que usted sepa resucitar, yo me permito sugerir que lleven a cabo un #QuédateEnCasa”.
El comentario movilizó a 1.8 millones de usuarios que le siguen: 46 mil le dieron “me gusta” y 11 mil lo retuitearon. A él le sorpendió, especialmente por los jóvenes, esos que juegan haciéndole memes con la imagen de Cristo y le dicen frases como: “la suya es palabra del Señor”.
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No sólo le causa gracia, también ve la oportunidad de entablar un diálogo generacional que considera necesario. Con el encierro pandémico, sus consejos han servido de guía. Hoy dialoga con EL UNIVERSAL sobre esos temas, a unos días de su concierto streaming, con el que pretende unir familias el 9 de mayo.
¿Te das cuenta de que para ver tu concierto en una computadora, algunos jóvenes ayudarán a sus papás?
Oh, ¡qué padre1 Que los hijos les ayuden, claro, por la tecnología y eso. Mi música es ya generacional, gracias a Dios tengo a los padres e hijos en los conciertos presenciales. Estoy feliz de poder compartir esto, a puerta cerrada, más íntimo, más tirándole al acústico, es algo de lo que quería hacer desde hace tiempo pero no se había prestado, estas circunstancias fueron favorables.
Es curioso, ¿no? ¿A pesar de lo malo y triste de la pandemia, hay algo, digamos, rescatable?
Es verdad, sí. Esto ha sido un descubrimiento. Esta es la manera de estar cerca del público, aunque sea a través de la computadora. (El encierro) tiene sus cosas. En mi caso, estar con la familia, en casa, atendiendo otros asuntos que de pronto uno descuida porque anda en los camiones todo el tiempo. A veces a uno se le pasan tantas cosas: yo abría los cajones y encontraba tantas cosas que no sabía ni que tenía ahí. A muchos nos pasó.
"Creo que nuestro mundo está muy herido, y es tiempo de empezar a sanarnos poco a poco, empezar a curarnos. Y por ahí esos mensajes se conectan en un criterio colectivo”; Marco Antonio Solís, cantante.
En tu cuenta de Twitter subiste una imagen sobre eso, de una niña que está con una persona mayor y le pides que aprecie ese momento irrepetible. ¿Cómo creas esas conversaciones?
Pues uno se abre, son reflexiones que he tenido ahí, a veces en un papelito. Los años nos vienen y nos hacen pensar y sentir diferente. Siempre digo que somos una persona distinta cada día porque algo nuevo viene hacia nuestra mente, algo nuevo se siembra en nuestro corazón y nuestra conciencia, y pensamos algo distinto cada semana. Y eso creo que vale la pena compartirlo, son meras reflexiones y han tenido una respuesta muy favorable, una conexión.
No es algo que esperaba realmente, pues en Twitter es muy difícil, pero fue una respuesta muy padre, por eso nos dimos a la tarea de estar dando más mensajes, sobre todo mensajes constructivos, que nos hagan reflexionar sobre la familia y las relaciones personales.
Creo que nuestro mundo está muy herido, y es tiempo de empezar a sanarnos poco a poco, empezar a curarnos. Y por ahí esos mensajes se conectan en un criterio colectivo.
#BohemiaEnPandemia
Pero no es tan fácil, hay mucha polarización en Twitter, ¿qué hay que tener?
La tolerancia es una de las cosas que deberíamos aplicar; tolerancia y paciencia son muy similares pero no son lo mismo. La tolerancia es tener empatía con la opinión de la gente que no está de acuerdo con nosotros. Su punto de vista está en sus zapatos; en decir: “A lo mejor si yo pensara eso, diría lo mismo”. Somos muy dados a enjuiciar y a criticar, a juzgar, y yo creo que, lejos de avanzar, eso nos limita más. Aceptar es una forma de caminar.
Cuando hablas de empatía, recuerdas tu juventud...
Sí, por eso lo menciono. La juventud es un acto de rebeldía constante. Yo cometí muchos errores. Era muy perfeccionista, muy preocupón, de todo. Por eso entiendo. Hay que irnos atrás y ver cómo era uno. Entiendo a la juventud, más ahora con tanta problemática, con tanta información y desinformación, con tan poco criterio, es más vulnerable a pesar de todo, a influenciarse también por todo.
Tú hablabas mucho de fe, pero eso se ha perdido ahora, ¿qué falla ahí?
Se nos han caído muchas cosas. Ha habido mucha desilusión por muchos lados, por muchas instituciones, por muchos personajes en los que creíamos. Entonces, se ha debilitado muchísimo.
1.8 millones de seguidores tiene el cantante en Twitter y 2.4 millones de seguidores en Instagram.
Te refieres a eclesiásticas...
Sí. Pero todos tenemos que entender que la fe no es algo que obedezca a alguien sino que es algo personal, individual, es algo que tenemos que alimentar individualmente. Ponemos fe en cosas exteriores, personajes, en instituciones, y ahí no se puede poner fe, la fe debe ser un trabajo interior, de nuestro ser superior. Somos más de creencias, la creencia es diferente a la fe, entonces en los jóvenes hay mucha desilusión, a veces siento que caminan así, sin esperanza, y no es para menos.
A veces esos jóvenes se burlan y te ponen como si fueras Cristo, es curioso que te pongan en esa posición, ¿tú que sientes?
(Risas) Pues no sé, me da risa, y otras veces digo: ‘no, por favor’. Ya sabes, uno está expuesto a todo eso, la mayoría me da risa, que el “cubrebukis”, o cuando mando un tuit: “La palabra del señor... ya está hablando”. Lo tomo así (como broma). Lo importante es no dejarnos influir por la contraparte, porque siempre hay que seguir en nuestra línea de respeto.
Has dicho que tus fans de cepa te conocen por un estilo romántico y es difícil experimentar. ¿Tienes en mente algo, digamos, osado?
Sí, por supuesto, la juventud no es la que tuvimos nosotros y es importante entrarle un poquito, pensar: “¿qué es lo que la gente recibe con más facilidad?” Entonces sí, claro que pienso incursionar, voy a salirme un poquito en la zona de confort, o mucho, porque hace falta en estos días, para poder hablar de romanticismo de otra manera.
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¿Y cómo sonaría?
Pues algo más urbano. Entrar un poquito más en los géneros que ahora tienen más plataforma… pero con mensajes.
Si escuchas a los jóvenes sabrás que muchas mujeres están molestas y se están movilizando, ¿qué les dirías?
Híjole, es que es un tema tan difícil, entiendo la desesperación porque no se les escucha. Pero a veces pasa una marcha, pasa otra, y no tienen la repercusión que esperaban ellas, no tienen la fuerza u oídos cerrados a esas peticiones. Tal vez no es la forma por ahí, pero entiendo también el estado anímico, la desesperación de las mujeres. Ojalá se pueda hacer de otra manera, que tenga más repercusión.
También de los hombres. Una buena sugerencia es que los hombres nos unamos, los que estamos en desacuerdo con la violencia doméstica y todo tipo de abusos. Caray, en qué siglo vivimos por el amor de Dios. Necesitamos unirnos más.