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janet.merida@eluniversal.com.mx
Lo único por lo que valió la pena todo el sufrimiento que vivió Adrián Uribe en el hospital los meses pasados a causa de una peritonitis es haber visto a Dios.
“Definitivamente tuve un encuentro con Dios, fue una cosa muy hermosa dentro de lo fuerte que estaba viviendo, una cosa muy linda. Si te lo digo, seguro vas a pensar que era el efecto de la anestesia pero yo sé lo que viví, lo que sentí y creo que necesitaba tocar ese fondo para volver a agarrar este segundo aire”, contó durante las grabaciones de Me caigo de risa, programa de Televisa al que fue invitado tras regresar de Rusia, también fue su primera visita a la empresa, luego de su enfermedad.
“Dios me dijo que no perdiera la fe, que confiara y que nunca dejara de creer en él. Era una figura luminosa, vi su cara, su cuerpo, sentí su presencia... fue algo hermoso, valió la pena todo lo fuerte que viví por ese momento tan hermoso”, agregó.
Después de haber salido de las tres cirugías a las que fue sometido derivadas de una peritonitis, Adrián perdió 14 kilos.
Ahora, con buena alimentación y un poco de ejercicio ha recuperado cinco pero tiene que llegar a su peso. Lo único de lo que debe cuidarse es de hacer movimientos bruscos o ejercicio abdominal, no comer picante y tener una alimentación balanceada.
Desafortunadamente la enfermedad le impidió ir al Mundial de Rusia desde el principio para encargarse del humor, sin embargo, sí pudo ir al final con su hijo y hacer unas pequeñas apariciones.
Ahora está listo para retomar poco a poco sus actividades.
En septiembre comenzará la tercera temporada de la serie Nosotros los guapos, además de una película que va el otro año y un proyecto con Consuelo Duval que, dijo, se anunciará la próxima semana, pero no negó la posibilidad de que sus personajes en La Hora Pico tengan relación.
Otra de las lecciones que le dejó su padecimiento fue la de disfrutar mucho más a su familia, de pasar más tiempo con su hijo y de entender que no todo en esta vida es trabajo.
“Cuando tienes salud no la valoras y ahora es pararte y dar gracias a Dios por cada día que despiertas sano”.