Daniela Luján rinde tributo a la nostalgia

Era 1996 y una niña de cara angelical y sonrisa pícara se apoderaba del horario de las 15:00 horas en la tv nacional con el melodrama Luz Clarita. Era Daniela Luján, quien hoy, a 28 años de su primer protagónico, aún goza de la popularidad que ese y otros personajes le dieron, además de un nuevo impulso en su carrera gracias al furor de su público por la nostalgia.

“Para mí ha sido un viaje interesante revisitar a mi yo de niña y decir ‘¿qué te debo Dani? ¿Qué nos falta? ¿Qué hacemos?’ Saber que esa niña que soñaba con estar en la televisión y hacer teatro, me ve y está orgullosa de mí”, dice Daniela.

“Sí hay esa parte en la que digo ¡bien, lo hemos hecho bien!”

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La actriz de 36 años representa la década de los 90 y 2000, en la que protagonizó telenovelas como "El diario de Daniela" y "Cómplices al rescate", y cuyos soundtrack hoy se escuchan como parte de la gira 2000’s X Siempre, en la que se reúne con actores de la época de Televisa Niños como Martín Ricca.

También representa los 80 ahora que se sumó al elenco de "Mentiras, el musical", con el que está debutando y en el que se revive música de aquella época.

Pero además, está en el presente con nuevos proyectos impulsados por el gusto del público por aquellos niños actores de la tv, como parte de la próxima telenovela Papás por conveniencia, junto a sus contemporáneos Martín Ricca, Miguel Martínez y María Chacón, entre otros.

“La nostalgia mueve muchas cosas, y que estemos todos juntos es el éxito. Ahora que tenemos la oportunidad de hacer los conciertos conocemos a la gente y nos cuenta historias de su infancia, que llegaban de la escuela y se sentaban con sus papás a ver la telenovela. Eso es lo poderoso de esos proyectos que ayudaban a hacer una infancia más bonita”, considera Luján.

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La pequeña Daniela Luján enla telenovela Luz Clarita. Foto: Archivo El Universal

Pero la actriz no olvida su vida personal y ya está a punto de comenzar otra etapa porque antes de que termine este año dará el “¡Sí quiero!” a su prometido, el actor Mario Alberto Monroy.

“Lo de casarme era ‘si se da, qué padre’, pero tampoco era algo que necesitara para sentirme realizada. Ahora que estoy comprometida ando volada, hasta estoy sorprendida de lo emocionada que estoy. Ahora resulta que soy conservadora de clóset. Al final de cuentas cuando a uno le pega el amor es capaz de todo, incluso de actos románticos monumentales”, confiesa.

Si bien Daniela no ve en su proyecto de vida junto a Mario Alberto convertirse en padres, sí tiene claro qué es lo que busca al lado de su futuro esposo:

“Mi visión es tener un compañero, que podamos ser testigos de nuestras vidas y compartir, que sea un refugio y cuidarnos mutuamente”.

Viaja a los 80 con Mentiras

Daniela subió al escenario del Teatro Aldama este fin de semana, con Mentiras, el musical, donde da vida a Dulce.

Para este papel, dice, lo más complicado es que es una obra muy conocida y sus personajes están muy identificados por el público, por eso tenía que darle su sello personal a Dulce, algo que la hiciera diferente a lo que han hecho sus antecesoras.

“Los retos son muchos, comenzando porque todos llevan mucho tiempo haciéndola, por eso hay que tratar de estar atenta para que no se te vaya ningún detalle, trazo o pie, que el ritmo no caiga por tu culpa; además, al cantar hacen muchas armonías, ese es un desafío importante para mí”.

Su debut lo hizo acompañada de otra exestrella infantil, Imanol Landeta, quien desde hace un mes interpreta al galán de esta historia, Emmanuel.

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Daniela actúa ahora en Papás por conveniencia. Foto: Archivo El universal

“Como fan estoy muy feliz, porque conocí a Imanol cuando yo tenía cinco años y estábamos en Plaza Sésamo, donde si mal no recuerdo estuvimos dos años, pero fue la única vez que trabajamos juntos y 30 años después poder compartir el escenario con él me parece mágico, es un gran regalo de la vida”.

Al ver todo lo que ha hecho en el último año y lo que le espera en los siguientes meses, Daniela Luján no hace nada más que sentirse feliz por el nuevo impulso que su carrera y su vida personal están teniendo.

“Estoy muy agradecida y feliz, porque creo que es un gran momento, un gran año, así que no me queda más que disfrutarlo, gozar este instante de la rueda de la fortuna arriba”.