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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Jorge Sánchez, director saliente del Imcine, dice que al ver los números aún dan ganas de llorar. Sabe que los exhibidores y distribuidores no siempre apoyaron al cine nacional
Tan sólo en 2017, de acuerdo con Anuario Estadístico del Cine Mexicano, nueve de cada 10 películas estrenadas fueron vistas en la Ciudad de México, la entidad más alta de lanzamientos de producción local.
Pero en entidades como Campeche, Nayarit, Tlaxcala y Zacatecas, sólo dos de cada 10 largometrajes fueron programados en sus tierras.
“Creo que es un proceso complejo de negociación y de repente no veo la voluntad de todas las partes.
“Sin duda que vivimos una cinematografía nacional subsidiada como es en 99% de los países del mundo que quieren tener una cinematografía nacional, pero deberían tener un mejor trato en salas y hay que recordar que los fondos no son dinero del gobierno sino público y deben ser vistas bien”, apunta Sánchez.
Ernesto Contreras, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, refiere la importancia de los derechos de los espectadores, quienes realmente no pueden elegir qué cinta ver, si un solo título, como ahora, puede ocupar varias salas de un complejo exhibidor.
Y habla de una regulación legal necesaria, que no se hizo con Enrique Peña Nieto. Actualmente en la ley se estipula un 10% de tiempo en pantalla para cine local.
Pero no contempla castigos si no se cumple con ello.
“Esto no es en contra de Cinemex, Cinépolis o los block- buster, no es eso, es simplemente decir que cuando haya reglas claras, las cosas van a funcionar mejor.
“Ahora no sé cuáles son los criterios de horarios, de qué película entra o sale, a cual se le da oportunidad de sobrevivir y encontrar su espacio y eso debe regularse ya”, considera.