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Hace 15 años imponía con su papel de Mascarita en la película "Matando Cabos"; hoy, a Joaquín Cosío le toca hacerla de abuelo en "Gente-fied", la segunda serie de Netflix para la que trabaja.

“¡Ahora es para lo que alcanza!”, dice Cosío de buen humor, al hablar de la serie que recientemente grabó en Estados Unidos durante tres meses, bajo la producción ejecutiva de America Ferrera (Ugly Betty).

“Es la historia típica de las familias hispanas que se abren camino en medio adverso, el personaje tiene una taquería y sostiene a tres nietos, pero les suben la renta y más cosas”, comenta.

El dramedy está conformado por 10 episodios en cuyo elenco se encuentran, entre otros, los hispanos Karrie Martin (Creed 2), Laura Patalano (Vida) y Carlos Santos (2 broke girls).

“Al final es la realidad de ahora, es triste, pero también (la chicana) es una cultura en sí misma, pueden extrañar a México, pero tampoco quieren ser de aquí.

“La serie está hablada en inglés, pero yo hablo español, los nietos ya nacieron allá, soy el patriarca y es ver todo lo que está pasando”.

Cosío espera también el lanzamiento de Polvo, la ópera prima de José María Yazpik, donde encarna al dueño de la tienda de un pequeño pueblo en Baja California.

Un canalla. Ayer comenzó la filmación de la comedia "Lecciones para canallas", donde interpreta a Barry el sucio, un hombre al que le gusta el juego de azar.

“Es un personajazo precioso y un guión súper chingón. Es un estafador de carrera, simpático”.

Su socia en la aventura del azar recaerá en Diana Bovio (Mirreyes vs godínez), con quien lleva una vida “normal”, hasta que le llega a él una hija (Danae Reynaud, Lady Rancho).

“Es el reencuentro de dos personajes que han estado separados y hay una fascinación de ella a él, por su modo de vida”, cuenta Marco Antonio Salgado, productor del filme.

"Lecciones para canallas" fue un guión escrito hace cinco años por Ángel Pulido y Gustavo Moheno, director del largometraje, y tiene locaciones en casinos y el hipódromo de la capital mexicana y Puerto Vallarta.

La película cuenta con el apoyo del Fidecine, fondo para cintas de corte comercial y el Eficine, que permite a personas morales destinar el 10% de su Impuesto Sobre la Renta a producir filmes.

Desde Matando cabos, en 2004, no ha dejado de trabajar, ya sea interpretando a un narco en El infierno, a un abusivo en Los héroes del norte o un luchador en a serie The strain, de Guillermo del Toro para la plataforma Netflix.

“¡Creo he hecho bien algo!”, dice el histrión que, en su momento, debió elegir entre aceptar la película Zapata, del laureado Alfonso Arau o Matando cabos, de unos aún nóveles productores.

“Han pasado 15 años y como 15 kilos de más”, bromea, y para celebrarlo, volverá con La venganza de Mascarita.

Desde entonces, Cosío se convirtió en uno de los actores más socorridos por el público, con quien puede detenerse media hora saludando o repartiendo autógrafos en festivales de cine, como el de Guadalajara.

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