Madrid.— Las restricciones impuestas por la pandemia no han sido impedimento para que el barítono Jorge Lagunes decidiera entrar de lleno en la música popular para lanzar su primer álbum de boleros mexicanos con fusión flamenca, titulado Con mucho corazón.
Además de contribuir a la difusión en Europa y otros continentes de este género musical, Lagunes busca plasmar la sinergia entre el romanticismo del bolero mexicano, la pasión del flamenco y la fuerza de la ópera.
Para ello, no dudó en convocar a músicos y colaboradores en Madrid para grabar el álbum durante la pandemia y dejar constancia de que, a pesar del cierre de muchos escenarios, los artistas siguen motivados y creando.
El barítono mexicano, quien reside desde hace algunos años en Alemania, muestra también que es posible conjugar talentos y voluntades para impulsar proyectos en las condiciones más adversas, como las del Covid-19.
“Me siento a gusto cantando boleros, es algo que he hecho durante toda mi carrera. Siempre busqué alternar mis interpretaciones de ópera con espacios donde hacer boleros y música mexicana; es algo que me hace falta. En Europa, aunque en mis conciertos siempre procuro hacer un bolero o alguna canción mexicana, pues básicamente canto ópera. Este proyecto me ha permitido regresar un poco al México que tanto quiero”, señala el barítono.
“Cuando me vino la idea de hacer este disco escuché muchas de las grabaciones de mis colegas de los 50. Me di cuenta de que la mayor parte son con piano o con orquesta, pero que había muy poco grabado de un cantante de ópera con una guitarra flamenca, lo que le da un toque diferente. Se ha hecho tanto bolero que yo tenía que ofrecer algo diferente.
“Los boleros mexicanos son muy conocidos en el mundo. También en Europa hay gente que los reconoce y aunque no los cantan conmigo, se saben la letra porque los veo cómo mueven los labios cuando interpreto algún bolero famoso”, relata Lagunes.
El barítono comenzó ensayos para el álbum en marzo del año pasado, cuando inició la pandemia, lo que le obligó a suspender las actividades antes de pasar dos meses confinado para después recuperar el proyecto.