Cines y teatros cayeron, pero se levantan

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Hace 35 años la voz del entretenimiento en la capital mexicana calló: sólo cuatro de cada 10 cines quedaron funcionales; hubo teatros derrumbados y estaciones de televisión y radio que detuvieron por horas sus actividades.

El terremoto de las 7:19 horas del 19 de septiembre de 1985 golpeó a producciones que debieron filmar fuera de la Ciudad de México, obligó a la cancelación de espacios y cuasó la muerte de locutores y cantantes.

Pero también esa vez, como la de 2017, sirvió como señal a actores de tomar decisiones definitivas sobre su futuro, tanto personal como laboral.

En el 85, de los escombros de los Televiteatros se levantó el Centro Cultural Telemex y ahora, tras el sismo de 2017, de las ruinas del Círculo Teatral se construye un nuevo foro.

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Alberto Estrella, fundador del Círculo, señala: “No me hubiera atrevido jamás, no hubiera tenido el corazón para demoler el foro y crear un espacio nuevo ahí, y vaya que lo pensé muchas”.

A los dos días del sismo un primer peritaje informó que no había daño estructural mayor. Pero después, las cosas cambiaron.

“En ese periodo de dos o tres días se había abierto la grieta bastante y declararon que el inmueble tenía que ser cerrado y que sacaramos lo que se pudiera”.

La reconstrucción se espera a mediados de 2021.

De la historia de Televiteatros, Silvia Pinal recuerda: “Fueron momentos no muy agradables; el teatro se destruyó y tuvimos que esperar, fue triste”.

Aída Pierce, quien por las mañanas los fines de semana protagonizaba ahí mismo la puesta "Blancanieves", señala: “Fue una suerte que no nos pasara mientras estábamos en función”.

La actriz dice que estaba en sus funciones finales, pues deseaba vivir su embarazo sin presiones. “Ni siquiera fui a ver al teatro, para evitar impresiones. Diría que lo que pasó fue sólo adelantar el proceso en el que ya estaba”.

En los 80, la zona centro de la Ciudad de México, incluyendo las colonias Roma, Juárez y Condesa, tenía cerca de 20 cines de una o dos pantallas, con capacidad hasta para 3 mil personas la mayoría de ellos.

“La mayoría eran edificios muy grandes, de muros altos; tenían un mantenimiento muy raquítico; 60% de los cines quedaron sin servir, diría que en el 85, el cine en la capital se acabó después del temblor”, comenta.

Y como la mayoría de los foros (seis de ocho) de Estudios Churubusco también se vieron afectados, producciones como Astucia, con Antonio Aguilar hijo, se trasladaron a las entidades.

“Casi 90% de películas eran foros que estaban desvastados; comenzaron producciones en calles, pero no de la ciudad”.

Ese 19 de septiembre, el Cine Regis iba a contar con la premier de Vidas errantes, filme protagonizado por José Carlos Ruiz e Ignacio Guadalupe, que se canceló ante el derrumbe del inmueble.

Treinta y dos años después, en el sismo de 2017, otra alfombra roja mexicana se detuvo: Me gusta, pero me asusta, con Minnie West y Alejandro Speitzer.

Se estima que ese año 50 producciones fueron afectadas en su rodaje con pérdidas millonarias no cuantificables.

La antena maestra de Televisa Chapultepec cayó y con ello sus transmisiones. A unas calles, el edificio que albergaba Radio Fórmula se derrumbó, ocasionando la muerte, entre otros, de Sergio Rod y Gustavo Armando Calderón, titulares del programa Batas, pijamas y pantuflas.

Jorge Garralda fue uno de los que ayudó en el rescate de sus entonces compañeros radiales. Durante varios días no pudo olvidar el rostro asustado con el que había sido hallado Calderón.

“Era estar rescatando, desenterrando a nuestros compañeros: el Conde Calderón estaba acostado recto, como una tabla; sacamos a Quique Maracas que era un operador de Radio AI muy divertido, a Sergio Rod... cuando sacamos a Margarito que era un operador, tenía los potenciómetros para subir el volumen en las manos, nunca soltó la consola, no sé si por miedo o profesionalismo, por meses vi esa imagen”.

Y recuerda la razón por la que sorteó la tragedia: “Abajo había un banco y arrancamos las cortinas y las hacíamos camilla para subirlos por arriba de la reja, porque nadie encontraba la llave; ese día yo cambié turno y estaba desayunando con mi papá, por eso no estaba ahí”.