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janet.merida@eluniversal.com.mx
El director José Álvarez (Canícula y Flores en el desierto) estaba en busca de una nueva historia para contar cuando llegó al puerto de Tuxpan.
Quería que su nuevo documental estuviera íntimamente relacionado con el mar cuando vio a un grupo de pescadores y en medio a Hortencia, una imagen extraña, pues es poco común ver a una mujer relacionada con los barcos por aquello de “la mala suerte” que puede traer a los pescadores, según ciertas creencias.
En cuanto comenzaron a platicar, ella se soltó sin pena y les contó de su familia, de lo difícil de su infancia al ser violada por varios hombres y hospitalizada, de la mujer que la llevó a las barcos para prostituirla y de su decisión de tener una vida en el mar.
“Además, Hortencia nos habló del naufragio de un grupo de amigos en 2011 del que se sentía responsable porque ella había soltado las amarras de la embarcación. Así comienza la historia. Teníamos un lienzo en el cuál se plantea el oficio de la pesca camaronera y luego las emociones en las que se involucra la comunidad, las familias”, dijo el director.
Contó que la idea de las sirenas flotaba a su alrededor todo el tiempo y a esto se sumaba el misterio del mar, la fe en Yemanyá y también el peligro, el riesgo constante a naufragar, a desaparecer en esa inmensidad.
Por largo tiempo, el director y su equipo acompañaron a un grupo de pescadores en un viaje.
En un deseo de homenajear a todos los hombres que murieron en aquel barco, Hortencia creó un ritual. Pidió a las familias de los desaparecidos guardar en pequeñas cajas fotos, cartas, recuerdos y mensajes que quisieran enviarles, para luego llevarlos al mar y dejarlos ahí.
“Este ritual no existe en ninguna religión de las que investigamos, en la judía, la católica, la ortodoxa, no existe un rito para los hombres que desaparecen en el mar y entonces que Hortencia a partir de sueños recurrentes con una niña que le quiere mandar cartas a su padre que vive en el mar (a los cinco años) comenzara con esto, es bueno. Hortencia creó este rito que trae paz y dignidad a esta situación tan penosa que es el naufragio de un barco”.
En la producción se encuentran Alejandro González Iñárritu, Ingmar Trost, Julio Chavezmontes y José Álvarez. La película se estrenará este jueves en la Ciudad de México y en otros estados.
