Más Información
En la época del Porfiriato dominaban el conservadurismo y la homofobia , por lo que la homosexualidad era vista como una “aberración”, un pecado. Ante la prevalencia de una sociedad conservadora, en la época no se tocaba abiertamente el tema, pero según el escritor Carlos Monsiváis , se sabía de “fiestas ‘exclusivas’, travestismo frecuente, rifa de jóvenes hermosos y, si sobreviene la desgracia pública, la condición de ‘sepultado en vida’”.
Por lo tanto, el Baile de los 41 y la llamada Gran Redada marcaron un antes y un después en la sociedad mexicana, ya que por primera vez se discutía la homosexualidad abiertamente, además que fue una de las primeras veces en que los medios de comunicación hablaron sobre la homosexualidad en México.
De acuerdo con Carlos Monsiváis, “el Baile de los 41 rompe el silencio absoluto, pero falta para que se aluda al tema fuera de las respuestas del asco, el choteo y la exigencia de castigo”.
Lee también:
La detención arbitraría de los asistentes al baile era resultado de la homofobia que reinaba en México en aquellos años. Lamentablemente, los asistentes también fueron sometidos a humillaciones y discriminación .
Hoy en día, la comunidad LGBTQ+ ha retomado este evento como un símbolo de su lucha por el respeto de sus derechos.
El Baile de los 41 y el yerno de Porfirio Díaz
Hasta el momento se sabe que el Baile de los 41 se llevó a cabo el 20 de noviembre de 1901, en la calle de la Paz, en la colonia Tabacalera . Según los historiadores, en el baile participaron 42 hombres y 21 de ellos llevaban vestidos y joyas. Sin embargo, las autoridades solamente arrestaron a 41 personas y se comenta que el otro participante era Ignacio de la Torre y Mier , el yerno de Porfirio Díaz , quien supuestamente se encargó de esconder su participación en el baile.
Además de la presencia de Ignacio de la Torre, el evento fue aún más escandaloso porque muchos de los asistentes pertenecían a la clase alta de la sociedad porfiriana . Aquel baile quedó inmortalizado a través de los artículos periodísticos y la caricatura creada por José Guadalupe Posada .
Aunque se supo que la mayoría de los participantes eran aristócratas , la lista de asistentes nunca se hizo pública.
También puedes leer:
Según información periodística publicada en aquellos años, la policía revisó el inmueble después de que vecinos se quejaron sobre el exceso de ruido. Los policías se dieron cuenta de que se trataba de una fiesta privada, en donde todos los invitados eran hombres y que algunos portaban una vestimenta distinta a la de su género. Debido a las normas morales de aquellos años, la policía decidió detener a los asistentes bajo el argumento de que su identidad sexual era una falta a la moral y las buenas costumbres.
En una entrevista con EL UNIVERSAL en 2019 , el académico Alejandro Pinet Plasencia comentó que el Baile de los 41 fue un hecho histórico que salió a la luz gracias a la prensa de esos años, y que gracias a esa noche la homosexualidad “se hizo visible”, aunque continuó siendo reprimida.
“La reacción dominante fue de escándalo, de condena. Era una prensa muy conservadora, dominaba mucho (…) Podríamos decir que reforzaba la visión de los homosexuales como travestis (...), así los veían normalmente”.
Pinet Plasencia cuenta que una de las publicaciones más conocidas sobre los hechos es el grabado realizado por José Guadalupe Posada, titulado “Los 41 maricones”.
También puedes leer:
¿Qué paso después del Baile de los 41?
Aunque en aquellos años la homosexualidad no estaba sancionada por la ley, el código penal sí contemplaba castigos para los delitos que atentaban contra la moral y las buenas costumbres. Por lo tanto, las autoridades condenaron a los participantes a realizar trabajos forzados en Valle Nacional, Yucatán. Muchos de los participantes migraron o se casaron después del escándalo.
Alejandro Pinet Plasencia explicó que aquellos que vestían como mujer fueron trasladados a cárceles, como la de Belén; otro grupo se llevó a cuarteles militares, y otros enviados a Payo Obispo, lo que ahora es Chetumal, para servir como leva; es decir, reclutas obligatorios del Ejército que pelearían en la Guerra de Castas.
Agregó que los que permanecieron en la capital fueron castigados por la autoridad y obligados a barrer las calles portando los vestidos que lucían en la fiesta, como una manera de humillarlos. Sin embargo, siete de los invitados lograron un amparo y esquivan las reprimendas.
Cabe destacar que aquellos que fueron enviados a Yucatán sí habían asistido al baile, pero no pertenecían a la élite y eran pobres.
También puedes leer:
¿Quién era Ignacio de la Torre y Mier?
De la Torre era un miembro de la élite porfiriana y un acaudalado hacendado proveniente de Morelos. Estaba casado con Amada Díaz , la hija de Porfirio Díaz. Sin embargo, a pesar de su matrimonio, se sabía que era homosexual y que había asistido al Baile de los 41.
El escritor Carlos Tello Díaz , tataranieto de Porfirio Díaz, dijo que la presencia de De la Torre y Mier en el Baile de los 41 es algo incierto.
Según Tello Díaz, Ignacio de la Torre “tenía reses bravas, jugaba al polo, era ambicioso, tenía negocios diversos y estaba casado con la hija de Porfirio Díaz, llamada Amada Díaz. Quiso ser gobernador del Estado de México en 1892, pero no fue apoyado por su suegro y fue reelecto José Vicente Villada, que en ese entonces era gobernador”.
Sobre las especulaciones sobre la preferencia sexual del yerno de Díaz , aclaró: “Se dice que era homosexual, pero, de nuevo, no está realmente documentado en ningún lado”.
Emiliano Zapata
trabajó como su caballerango y Tello Díaz calificó la relación entre De la Torre y Mier y Emiliano Zapata como “interesante”, pero advirtió que de esta también se sabe poco.
El yerno de Díaz falleció en Nueva York en 1918 tras haber huido de México durante la Revolución .
La película sobre los 41
Hoy se estrena la película El Baile de los 41 , dirigida por David Pablos y protagonizada por Alfonso Herrera.
gm/lae