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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Miguel Rodarte es un alguien que no sabe que es papá —o quizá sí— en la comedia Lucha de gigantes, ahora en posproducción, pero con estreno tentativo a fines de año.
Su hijo es Luis de la Rosa, quien interpretó al adolescente cantante de “La incondicional” en la serie de Luis Miguel. “Hago a un personaje que explora la paternidad a partir de algo y debe enfrentarlo desde su madurez y postura de la vida”, señala Rodarte.
La cinta dirigida por Humberto Hinojosa (Paraíso perdido y Camino a Marte) inicia cuando el joven descubre que quien es su padre (Andrés Almeida, Héroes del Norte) no lo es. Eso lo hace ir en busca de su padre biológico
“Y pues mi papel es de un ex actor televisivo, alcohólico, que cometió un grave error y se refugió por algo”, abunda Rodarte, conocido por Salvando al soldado Pérez y El Tigre de Santa Julia.
Lucha de gigantes se rodó en locaciones de la Ciudad de México, tiene en su elenco, entre otros, a Juan Pablo Medina, Dominika Paleta, Natasha Dupeyrón, Ernesto Laguardia y Adal Ramones.
A Rodarte se le puede ver actualmente en pantalla grande con Perfectos desconocidos, comedia en la que un grupo de amigos se reúnen a cenar y deciden contestar o leer en voz alta todo mensaje que llegue a sus celulares.
En sus primera semana en cartelera superó el millón de espectadores, colocándose en el cuarto escalafón de taquilla, sólo atrás de las hollywoodenses Aquaman, Spiderman un nuevo universo y Bumblebee.
Como director. Durante el año que recién acabó, Rodarte se erigió con el Ariel a Coactuación Masculina por su trabajo en Tiempo compartido y además hizo lo pininos para ser director.
El premio lo tiene orgulloso, pero lo segundo va paso a paso en forma de documental bajo el título Soñemos México, que también producirá.
El tema inicial era mostrar los patrimonios de la humanidad en México como la zona arqueológica del Tajín, las haciendas tequileras y las cuevas con pinturas rupestres.
“Están ingresando al proyecto diferentes fundaciones, cada vez se está convirtiendo en un tema sí de patrimonios, pero más de la gente que habita en ellos, conocer sus historias, sueños y anhelos”, explica el histrión.
“Ser director salió un poco por una invitación, cuando presenté el proyecto me dijeron que para qué llevar a directores si lo podía hacer yo, y se hará en codirección con mi socio Eduardo (Márquez), mi parte será el contacto con la gente”, detalla.