Matt Dillon
se hizo aficionado a la música latina como algo que él considera inevitable al vivir en Nueva York, “es una música que está siempre ahí, que te rodea y te acompaña por los distintos barrios de Manhattan, Brooklyn y Queens. Y que a mí me atrapó y me enganchó, sobre todo, la música cubana de la que me convertí en coleccionista porque me di cuenta que la única forma de encontrar los tesoros es buscándolo entre todas las grabaciones que se han hecho y que muchas de ellas no fueron famosas”, contó en la rueda de prensa que dio en el marco del Festival de San Sebastián en donde su documental "El gran Fellove" , basado en la vida del compositor cubano Francisco Fellove Valdés (1923-2013), participa como “proyección especial” dentro de la Sección Oficial del certamen vasco.
Un descubrimiento en Cuba lo llevó a filmar a México
Fue precisamente buscando entre los vinilos de una tienda de discos en La Habana cuando el actor hollywoodense descubrió la música de Fellove, un maestro de la mezcla de rumba y jazz denominada filin. Ahí comenzó una obsesión por el músico que compartió con su amigo y contrabajista Joey Altruda, quien le ayudó a localizar a Fellove en México, adonde el músico emigró desde Cuba en 1955.
Altruda, también empresario, convenció a Matt para acompañarlo a conocer a Fellove a México a quien le propuso grabar un disco inédito en 1999. Fue así como mientras Fellove y Altruda preparaban la grabación, Dillon se dedicó a grabar cientos de imágenes y momentos del músico con la Ciudad de México como escenario.
Acerca de toda esta aventura y del cómo se convirtió en un documental el actor explicó, “fue un proceso realmente orgánico porque nunca planeé hacer un documental sino que fue algo que surgió después. Cuando mi amigo Joey encontró a Fellove, un músico semi retirado de 77 años que estaba viviendo en México, comenzamos hablando con él y poco tiempo después estaba en la ciudad de México filmándolo mientras Joey grababa el disco con él. No tenía idea de qué iba a hacer con esas imágenes después, sólo que él era un personaje increíble. Y fue hasta muchos años después cuando el productor mexicano Carlos Sosa y yo nos conocimos en Albacete y al saber que él era de México le conté de Fellove y de todo el tiempo que pase ahí. Luego nos vimos en Guadalajara y volvimos a hablar del tema. Más tarde nos reunimos en Nueva York y fue cuando me quedó claro que la historia tenía que ser la del gran Fellove. Ahí comenzó otra parte de la historia pues Fellove se había puesto muy enfermo desde la última vez que lo vimos hasta que lo reencontramos y ya no vivía en su casa con lo cual le había perdido la pista, entonces le pedí a Carlos que me ayudara a encontrarlo y él lo consiguió”.
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Se despidió de un gran amigo en la Casa del actor
Según contó el productor, "Fellove estaba en un asilo de ancianos y cuando pedí hablar con él me dijeron que era imposible si no era familiar. Cuando me estaba yendo, le dije a una enfermera, ‘por favor déjame verlo’, y ella me metió por una puerta trasera y me llevó hasta él. Cuando me acerqué y le dije que era amigo de Matt Dillon, los ojos se le llenaron de lágrimas y empezó a decir ‘Marilon, Marilon, Marilon’. Así que al salir hablé con Matt y le dije, ‘si lo quieres ver vivo, tienes que venir ya’”. Dillon atendió la alerta del productor y en unos días estaba aterrizando en México, era el año 2013. Según cuenta en el documental, Matt llegó justo un día antes de que Fellove muriera y alcanzó a hablar con él. En la rueda de prensa recordó, “fui a verlo a la Casa del actor que fue creada por Cantinflas, un lugar muy especial y agradable que Cantinflas empezó cuando vio que había compañeros actores con necesidad. Ahí es adonde Fellove se mudó cuando su salud se deterioró y en donde me pude despedir de él. Con él fue complicado hablar pero lo que sí pude fue hacer muchas entrevistas con otros músicos que emigraron a México en 1955 y todos hablaban de Fellove”.
"Tin Tan" convenció a artistas cubanos de emigrar a México para evitar discriminación
En 1999 Fellove compartió muchas anécdotas personales con Matt acerca de su infancia y juventud en Cuba y de por qué decidió emigrar a México de las que Dillon recordó, “me hablaba mucho de lo difícil que era ser negro en Cuba en ese entonces, de la discriminación que existía ahí. También me habló de cómo por esto mismo sus colegas artistas no lo aceptaban fácilmente en el movimiento del filin y que por eso él y muchos otros músicos cubanos negros se marcharon a México, el país que era visto como el trampolín para el éxito y en dónde fueron aceptados y queridos desde el primer momento porque no existía esta discriminación.
Dandy Beltrán me compartió una historia acerca de cómo en los años 50, él y Zamorita, que los dos son afrocubanos, fueron a un club nocturno en la Habana y al llegar no los dejaron entrar por ser negros y cómo "Tin Tan", que estaba con ellos, se enfadó tanto que se peleó con el de la puerta.
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Ese día los convenció de que se tenían que ir a vivir a México en donde no tendrían problemas y serían aceptados. "Y así fue”, apuntó la estrella de quién la productora mexicana Cristina Velasco destacó lo apabullante que es el conocimiento que Damon tiene del tema, “fue padrísimo aprender del trabajo de Matt, sabe mucho de los personajes, de la música. Hay un acercamiento muy bello, muy cálido, que le da a la cinta un toque de familiaridad porque los conoce bien a todos. Creo que el documental no tiene la mirada de un experto sino la de un apasionado de la historia que te quiere contar. Es un documental con el que sientes, vives y te emocionas. Una pieza llena de empatía en la que me dio mucho gusto poder colaborar”.
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