Alfred Hitchcock decía contundente sobre su filme Psicosis:
“Nadie absolutamente nadie, podrá entrar en la sala una vez empezada la película y, cuando la haya visto, no revele el final, no disponemos de otro”.
Producida por él mismo, la cinta debía generar ganancias y por ello el realizador diseñó una campaña publicitaria, revolucionaria para la época.
“Fue un director seguido, en una época en la que las películas iban a verse por los actores, no por los cineastas”, dice Pablo Llorca.
El que habla tuvo a su cargo la curaduría de la exposición Hitchcock, más allá del suspenso, que se monta desde esta semana en la Galería de la Cineteca Nacional, en la Ciudad de México.
Llorca es profesor de Historia del Cine y de la Fotografía en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca.
Está compuesta por más de 200 piezas que incluyen revistas, libros originales, reproducciones de fotografías, carteles, un traje y archivos de video.
“Cuarenta años después de su muerte, sus películas se siguen viendo en la pantalla y generaciones jóvenes lo siguen conociendo; él era consciente de ser un autor, en un momento en el que cine comercial estaba por encima de la autoría”, refiere Llorca.
“Hitchckok también tenía un mundo privado mostrable, aportando imágenes, brillantes, glamorosos, crueles”, abunda el experto en cine.
La exposición permanecerá hasta el 13 de enero y, en paralelo habrá por lo que resta del año un ciclo con filmes como Treinta y nueve escalones, La soga, Pacto siniestro, La ventana indiscreta, Vértigo y Los pájaros, todas restauradas en 2K y 4K.
La exposición llega a México tras su presencia en el Museo de San Telmo de San Sebastián y en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, España.
“Montar cosas de cine es más complicado que las de artes plásticas, por los derechos, porque una imagen no es sólo una imagen, por la música y los derechos de actores y directores y esta se pudo hacer”, destaca el profesor.
Hitchcock nunca ganó un Oscar por sus películas, pero recibió una etatuilla honoraria en 1968.
Dirigió más de 60 proyectos para cine y televisión.
Murió en 1980.