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Cannes.— Había mucha expectación acerca de cómo se llevaría a cabo la primera rueda de prensa internacional que el Festival de Cannes decidió hacer vía Face Time.

La concesión se entendía, se trataba de Jean-Luc Godard, el cineasta franco-suizo, leyenda viviente del cine y cuya cinta Le Livre d’ image compite por la Palma de Oro este año.

Thierry Fremáux, el director artístico del Festival de Cannes, estuvo presente en todo momento para confirmar que la llamada se realizara a tiempo, con precisión y que no fallara ningún detalle técnico.

Monsieur Godard convirtió la rueda de prensa en una clase magistral del cine y logró romper todas las barreras del tiempo y el espacio.

Su cinta era sin duda una de las más esperadas del festival y no defraudó a la audiencia, que con aplausos demostró su aprobación al discurso filosófico, la sucesión de imágenes y el montaje histórico de escenas poderosas del cine con las que Godard logra hablar de cientos de temas a la vez con una profundidad apabullante que pareciera imposible de lograr en los 90 minutos de duración del filme.

“Estoy interesado en los hechos y lo importante de ellos no es sólo lo que pasa sino también lo que no pasa porque lo que no sucede nos puede llevar a una catástrofe total y a un desastre. Desafortunadamente, hay muy poca inteligencia en el presente”, afirmó el genio del celuloide.

Dijo que va en contra de Spielberg y los directores que dicen que en el cine se tiene que contar una historia con principio, desarrollo y final.

“Yo siempre en forma de broma les digo que no tiene que ser así, una película puede tener estos tres componentes pero sin un orden”, explicó. Para Godard todo está en la edición, “filmar es posproducir, editar” y para él, todas las películas que ha hecho han empezado cuando les ha encontrado un título.

Según el director “algo interesante en nuestro mundo es que la democracia se está disolviendo en Europa, en donde también cada vez hay menos niños mientras que cada vez nacen más en África. Quizá haya más amor en África que en Europa”.

A sus 88 años el director que ha dirigido más de 100 películas aún quiere seguir filmando.

“Claro, si puedo hacerlo, pero no depende de mí, depende de mis piernas, mis manos y mis ojos y por supuesto del coraje”.

Godard habló de cómo cree que “las democracias modernas contribuyen al totalitarismo mientras que los actores contribuyen al totalitarismo de la imagen”.

El director también hizo un guiño a la política al referirse al problema de Cataluña y decir que “el cine como lo concibo es una pequeña Cataluña que tiene su dificultad para existir”. Respecto a la violencia de los países árabes añadió: “Con todo lo que han pasado esos países es normal que la violencia interior que estaba contenida explote ahora”.

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