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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Se trata, dice Gael García Bernal al referirse a su nueva incursión como director, de una historia de aventuras que desemboca en tragedia.
¿El título? Chicuarotes, nombre que recibe un chile y también los habitantes de San Gregorio Atlapulco, en los confines de Xochimilco, base de la producción desde noviembre pasado. El lugar, uno de los más devastados por el terremoto del pasado 19 de septiembre, se caracteriza porque sus habitantes realizan cada semana una fiesta celebrando la vida.
“La película tiene un carácter festivo y tiene que ver con este lugar, donde a pesar de que haya un problema, la gente jala a la pachanga”, comenta Gael durante un receso de las grabaciones.
Chicuarotes cuenta la historia de El Cagalera (Benny Emmanuel, La CQ) El Moloteco (Gabriel Carbajal, debutante) dos chicos que buscan desesperadamente salir de la situación y de San Gregorio Atlapulco.
Cuando un amigo de ellos les habla de la posibilidad de comprar una plaza en el sindicato de electricistas, idean distintas formas para juntar el dinero y poder irse junto con Sugehili (Leidi Gutiérrez, Las elegidas), la novia de El Cagalera.
Pero las cosas se complican hasta llegar al mundo violento de los adultos. “Yo no tenia ni idea de este lugar y Augusto Mendoza (Abel) escribió esta historia que a todos nos llamó. Digo, estamos a la orilla de las chinampas, un lugar que podría ser el lugar más hermoso del mundo”.
La película estuvo en germen desde hace dos años y cuando ocurrió el sismo, lejos de desanimar a la producción, dio mayores motivos para trabajar a un costado de la Casa de la Cultura, la plaza pública, un puente y el atrio de la iglesia.
Toma al actor de Mozart in the jungle y Rudo y cursi, más en su papel de director, 10 años después de hacer Déficit, periodo en el cual también ha hecho Y quién es Dayani Cristal, al igual que cortos en producciones como Revolución.
“En Déficit yo era el de más experiencia, ¡que no se qué quiera decir eso para una película!”, dice bromista. “Me sorprende no estar estresado, angustiado; aunque suene cursi estamos haciendo la película que queremos y que nuestros padres (creativos) no tuvieron esa oportunidad. Ahora es nuestro bebé antropomorfo al que siento aún puedo moverle”.
¿Qué dicen su elenco? Benny Emmanuel ríe: “Un día llegamos a un taller y terminamos jugando Turista; (Gael) tiene la comunicación perfecta para lo que quiere”, recuerda.