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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Acompañado de un tequila, Stan Lee aprendió a fines de 1996 una frase en español que se le hizo divertida para tomar un trago: “¡Arriba, abajo, al centro, pa’ dentro!”
“¿Lo pueden volver a hacer?”, preguntó cuando escuchó la frase por primera vez, en Luis Gantús.
A quien le decía era su anfitrión, pues éste lo había invitado, por vez primera, a la Conque, Convención de Comics, que entonces tenía como sede el Centro Médico.
El creador de Spider-Man y los X-Men ya era una celebridad, pero no tenía tras de sí un equipo de seguridad como el que se vio en 2017, en Querétaro, también como invitado especial en la Conque.
En aquel entonces el negocio de autógrafos y fotos prácticamente no existía y poca gente, fuera de los fans, sabía quién era él, pues aún no salían las películas de superhéroes en manos de Hollywood.
Aún así, hace 22 años, 15 mil personas (tres veces menos que la visita reciente) llenaron la explanada del Centro, para oírlo.
“Esa vez fuimos a cenar sin problema, fueron dos tequilas solamente que se tomó cada uno en tres o cuatro tragos como debe ser y no digan otra cosa”, aclara Gantús.
“Ahora me acerqué para darle las gracias y se acordó de aquella vez, me preguntó: ¿te dedicas a juntarme gente? No esperaba que esa explanada llena fuera por él”.
Añade que, si algo generaba el creativo, era un halo especial a su paso.
“Siempre trataba y era amable con sus fans; en 1996 le dijimos si podía firmar unos cuantos cómics, que fueron 100 (risas) y dijo que sí, a cambio de un café. Todos los regalamos”, apunta Gantús.
e manera personal, el director general de la Conque conserva una carta y foto que le envió Lee.
“Siempre lo sentí ajeno al negocio, disfrutaba ver a sus fans, le gustaba obviamente el cariño e irradiaba una paz, una alegría por su trabajo”.