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Guadalajara.— Un día del año 2000, Arturo Díaz Santana llegó junto con Aldo Max al departamento de este último y en la contestadora telefónica se encontraba un mensaje de Rita Guerrero.
La cantante invitaba a Aldo a sumarse al proyecto de Santa Sabina y por supuesto que aceptó. Con el tiempo se hicieron novios y tuvieron un hijo, hoy de 12 años.
Díaz Santana se convirtió en amigo de Rita y comenzó a darse cuenta que ella tenía una historia que algún día debía contarse.
La intérprete de “Azul casi morado” murió en 2011 y fue cuando el egresado del CUEC comenzó a idear un documental sobre ella.
Bajo el título Rita y conformado por algunos materiales de fans y archivos de televisión, se encuentra en competencia oficial dentro del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. “No es una película que idealice a Rita, era humana y no sentimos que ningún humano sea perfecto y eso lo vuelve una película humana y emocional”, considera.