La película "The Man Who Killed Don Quixote" , del director británico Terry Gilliam , podrá ser proyectada en la clausura del Festival de Cannes tras la decisión de un tribunal de París que permite su difusión.
El Tribunal de Gran Instancia de París falló contra una demanda presentada por el productor portugués Paulo Branco, que había pedido que se prohibiese su exhibición por la supuesta "violación" de sus derechos sobre la obra.
"Desde hace 20 años, esta película ha estado a punto de caer ante los obstáculos hasta en veinte ocasiones. Un proyecto perseguido por una especie de maldición que hoy se rompe gracias a la Justicia", declaró a la prensa Benjamin Sarfati, abogado de Gilliam, a la salida del Palacio de Justicia de París.
Es una "gran satisfacción para Gilliam" que su película vaya a llegar finalmente al público, indicó su defensor legal.
"La Justicia ha estimado excesiva la demanda interpuesta por Branco, que solicitaba una medida desproporcionada tanto para el director, como para el Festival de Cannes, sus productores y distribuidores", consideró.
La Justicia respondió así, mediante un procedimiento urgente, a la demanda interpuesta por Branco a finales de abril para frenar la proyección de la película en Cannes, pero todavía debe pronunciarse sobre los 3.5 millones de euros (4.1 millones de dólares) que el portugués exige por los derechos sobre el film que aún considera en parte suyos.
Según el abogado de Gilliam, Branco sólo llegó a invertir 300 mil euros (256 mil 573 dólares) cuando se embarcó en el relanzamiento del proyecto, pero el productor portugués asegura que esa cifra asciende hasta los 800 mil euros (950 mil 862 dólares).
Sarfati también confirmó que el cineasta, antiguo miembro del grupo Monty Python, "hará todo lo posible" por acudir a la ceremonia donde se mostrará el film, el próximo 19 de mayo, tras haber sufrido un accidente vascular cerebral el pasado fin de semana en Londres.
"The Man who Killed Don Quixote" es un historia de fantasía y aventuras inspirada en el personaje creado por Miguel de Cervantes, un proyecto en el que Gilliam empezó a trabajar hace casi 20 años y que ha pasado por todo tipo de vicisitudes, desde el conflicto judicial a problemas de financiación o la enfermedad de alguno de sus protagonistas.
La cinta, rodada el año pasado en España y Portugal, está protagonizada por Jonathan Pryce en el papel de Don Quijote y cuenta, entre otros, con Adam Driver, Olga Kurylenko, Joana Ribeiro, Stellan Skarsgård, Rossy de Palma y Sergi López.