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“Decirle gorda a alguien no te hará más delgada”, dijo Cady Heron hace casi 20 años a una generación de jóvenes que, si bien podía entender de temas como el acoso escolar, aún no vivía inmersa en el mundo de las redes sociales y cómo éstas potencian conductas como el bullying y el hate (odio).
La frase de empatía del personaje interpretado por Lindsay Lohan en "Chicas pesadas" (2004), dio una lección de valentía y aceptación a una generación al retratar la historia de una adolescente ingenua (Cady), que pasa de estudiar en su casa en África, a matricularse en una escuela pública de EU, una jungla en la que tendrá que luchar contra las depredadoras.
Dos décadas después, este 11 de enero, llega una nueva "Chicas pesadas" pero con nuevos rostros, como el de la australiana Angourie Rice, y el reto de plasmar las problemáticas que viven hoy los jóvenes con la tecnología como herramienta aliada, la viralidad, los comentarios en redes y la información masiva, para intentar dar a las nuevas generaciones una lección de justicia y respeto.
“Ahora hablamos sobre la importancia de mantenerte fiel a ti mismo y apegarte a tu moral, ser honesto con quien eres, esas son cosas que incluso ahora son más importantes”, señala a EL UNIVERSAL, la actriz Angourice, quien da vida a la nueva versión de Cady Heron.
Con un reparto que incluye la participación de nuevos talentos como Renée Rapp en el papel de la popular Regina (Rachel McAdams, en la original) y Christopher Briney como Aaron (Jonathan Bennett, en la de 2004), la trama conserva su esencia y el nombre de sus personajes, pero con la comedia como estandarte se adapta a las nuevas formas de vida de los adolescentes y busca refrendar el mensaje.
“Actualmente en las redes sociales tenemos una representación externa de nosotros mismos cuando estamos en línea o con un perfil que podemos manipular, por eso el mensaje de mantenernos fieles a lo que realmente somos cobra fuerza frente a todas estas presiones que vienen de afuera”, dice la protagonista.
Miércoles de rosa
En su estreno, la cinta original, escrita por la actriz Tina Fey, ocupó el número uno en la taquilla y obtuvo 130 millones de dólares en el mundo, superando a éxitos de la época como "Diario de una pasión", que recaudó 117 millones.
Con el paso del tiempo el filme siguió brillando: en 2012 el sitio Rotten Tomatoes la incluyó en su lista de “Las 50 mejores películas de adolescentes”, algunas frases de los personajes se adoptaron en el lenguaje popular como “Los martes nos vestimos de rosa”, y se instauró el 3 de octubre como el Día de las Chicas pesadas, en referencia a un suceso de la cinta.
Sin embargo, la franquicia ha tenido sus tropiezos, como "Mean girls 2" (2011), que no fue bien recibida por el público y la crítica.
Si bien el filme que llegará a salas de cine está basado en el musical de Broadway (que a su vez se basó en la película de 2004), la australiana Angourie Rice, de 22 años, relata que al sumarse al proyecto se sintió como Cady en su primer día de escuela, asustada con la idea de entrar a la secundaria:
“Estaba muy indecisa sobre aceptar el papel de Cady, porque la idea me hacía sentir nerviosa, tenía miedo porque es una responsabilidad muy grande. Esta historia es tan icónica, que no es sólo una responsabilidad que te guste, sino que también me preocupaba lo que dirían los demás de mi actuación”, acepta Rice.
La actriz buscó dar al personaje una nueva imagen que respete la idea central. Para ello, explica, decidió no acercarse a Lohan para construir su personaje, sino que entregará a los espectadores a una Cady renovada.
“Traté de dejar de lado cualquier expectativa, he visto la película tantas veces que la voz de Lindsay Lohan todavía está en mi cabeza como Cady, así que fue duro tratar de deshacerme de eso, pero tuve que confiar y aceptarme y así fue que el personaje se fue haciendo poco a poco mío.
“Lo que hace que la historia sea tan atemporal es que el mensaje sigue siendo el mismo y puede permanecer a pesar de los cambios sociales, porque es un valor que a esta edad es muy relevante”.