La obra del humorista mexicano Roberto Gómez Bolaños ha dado la vuelta al mundo traduciéndose a más de 50 idiomas y siendo reconocida por el público gracias a personajes como El chavo del ocho, el Chapulín colorado o el Doctor Chapatín, por citar algunos.

El reconocimiento de su trabajo es tal que se ha vuelto un referente de la cultura mexicana en el extranjero.

“Es bien interesante cómo cuando conoces gente de Latinoamérica y saben que eres mexicano lo primero que te dicen es del narco y lo segundo es el Chavo del Ocho, lo siguen viendo”, señala la socióloga de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Georgina Aldaba.

De ahí que este fin de semana se volviera tendencia en redes el anuncio del Roberto Gómez Fernández, hijo del humorista, sobre que el programa Chepirito saldría del aire de todo el mundo, provocando la respuesta de la viuda de Bolaños, Florinda Meza, quien es reconocida por interpretar el personaje de Doña Florinda.

“ Chespirito ya es un programa de culto”, escribió.

Sin embargo, a la par del éxito que ha hecho que historias como la de El Chavo cuente hoy con una serie animada, videojuego Y todo tipo de productos promocionales, las críticas y cuestionamientos sobre las temáticas que abordaban sus historias también han sido una constante.

Y es que Chespirito retrató, por ejemplo, a través de los habitantes de La vecindad del Chavo, situaciones que hoy brincan por sus tintes machistas, violencia y denigración hacia algunos personajes.

De acuerdo con la socióloga Georgina Aldaba, no es que se pueda catalogar como algo bueno o malo, sino que el creador tomó una realidad que estaba presente en aquel México que le tocó vivir.

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